viernes, 11 de diciembre de 2009

Una cena espectacular (10 de diciembre de 2009)

¡Por fin llegó el momento de nuestra deseada cena de navidad! Incluso los poco amigos de festejos navideños esperábamos ansiosos su llegada. Tanto era así que hubo pleno. Fran agilizó su recuperación para estar en plenas facultades. Nosotros que esperábamos verlo llegar con muletas... y ahí llegó él como un pimpollo, sin muletas y casi sin cojear. Nuestro primer accidentado en acto de servicio se recupera rápidamente. Angeles y Carlos nos esperaban a la puerta del restaurante. Aunque últimamente se prodigan poco en las catas no estaban dispuestos a perderse la cena. ¡Menos mal! Por lo menos así les vemos de vez en cuando. Esperemos que a partir de enero no sean tan caros de ver.
¡Y llegó el primer momento espectacular de la noche! La llegada de Paula cuando ya estábamos todos y que provocó signos de admiración en catadores/as: ¡Estaba espectacular! Empezaba bien la noche.
¡Bueno! Los que no habían metido comentarios en el blog pagaron religiosamente las cañas y pasamos al Restaurante Yayo Daporta, expectantes por los platos y vinos que íbamos a tomar.

Yayo nos había preparado un menú degustación con tres entrantes, cuatro platos y un postre.De los vinos nos encargábamos nosotros (había que demostrar que eramos un grupo de cata como Dios manda). Rebeca y Locho se encargaron del champagne, yo de los blancos, Iñigo del tinto y Santiago del vino de postre. Cada cuál mantuvimos el secreto hasta el final. ¿Seríamos capaces de sorprender a nuestros queridos compañeros de cata? Ahora lo veremos.
Para empezar bien la cena: un brindis con un cocktail de albariño en dos texturas y temperaturas (granizado y su espuma caliente). Muy interesante la sensación en boca del contraste de las dos temperaturas y texturas.

Y llega el momento de empezar a desvelar los vinos de la noche. Empezamos por el champagne. Locho nos explica su elección:

"Mi primera elección era un biodinámico ultraortodoxo. El único problema es que sólo se importaron 6 botellas para toda España y ya no llegamos a tiempo, queda para una próxima cata. Después del disgusto, nuestro amigo David de la tienda de Vilaviniteca de Agullers nos recomienda Tarlant Rosé. Como referencia: David nos eligió los vinos de Matrcel Deiss de la cata de blancos de Alsacia. Por tanto su elección promete. Va a ser la primera vez que lo probemos".

Se trata de una pequeña bodega con 14 has. en 4 crus. El Tarlant Brut Rosé está elaborado con 85% chardonay y 15% pinot noir, procedentes de d'Oeuilly. Para más información podéis acceder a su página web, pinchando directamente en el enlace: www.tarlant.com/es/.
Un champagne totalmente desconocido pero que al acercar la nariz ya te apetecía hacerte amigo suyo. Color salmón muy bonito. Nariz muy fina y muy expresiva. Destacan los cítricos, naranja sanguínea, pomelo rojo, limón maduro. En boca fresco, con una burbuja muy agradable. Cítrico y fruta roja. A mí, que los champagne rosé no me emocionan, este me gustó mucho. ¡Muy bien por la elección!

Con el champagne tomamos dos entrantes. En primer lugar lo que tanto temía: Dúo de ostras, una al natural sobre royal caramelizada de coliflor y maracuyá, espinacas fritas y vinagreta de zanahoria y la otra deviche de ostra natural en su concha. Los que no fueron tan tiquismiquis como algunos de nosotros las disfrutaron de lo lindo. Eso sí, no se pusieron de acuerdo sobre cuál estaba mejor.
Después: capuchino de foie-grass y setas con espuma de parmesano. Un sabor muy peculiar. Al principio extrañaba, después convencía.
Llega el momento del primer blanco. Explico por qué está ahí:

"Hace unas semanas estuve en una cata de los vinos de Raúl Pérez, en la que él nos comentaba cómo los había elaborado. Catamos 27 vinos y el que más me llamó la atención fue La Claudina 2007. Es el blanco español mejor valorado por Parker este año, con 96 puntos. Un vino virtual, según leí en la red, del que todos han oído hablar pero muy pocos lo han catado. Pues me propuse llevarlo a nuestra cena. Para ello acudí a nuestro amigo Rodri que me consiguió dos botellas ¡Muchísimas gracias Rodri! Espero que el vino responda a las expectativas creadas".

¡Y vaya si respondió! Ya el color destacaba con un oro viejo muy brillante. La nariz era muy expresiva y compleja: ahumados, mentolados, balsámicos, heno seco, frutos secos. Y la boca...impresionante: muy carnoso, aterciopelado, muy largo. Con una acidez muy compensada y mucha fruta: albaricoque, orejones,...Dulzor.
Gustó mucho este godello del Bierzo. Hasta a Santiago le gustó, él que conoce tan bien los godellos y que es tan crítico con muchas de sus elaboraciones actuales. Sólo le ponía un pero: un dulzor algo elevado. Echaba en falta más el amargor típico del godello. Yo, en cambio, creo que estaba muy equilibrado el dulzor con cierto amargor.
Para mí, como elaborador de albariño, me pareció un vinazo. Lo que pude intuir en la cata de hace unas semanas lo pude corroborar en la cena.
Tanto me emocionó el vino que me olvidé de hacer fotos de los platos hasta casi el final de la cena. ¡No se puede estar a todo! Con La Claudina tomamos: carpaccio de vieiras con migas y un aliño a base de ajo y pimentón. Una presentación preciosa y un sabor estupendo.
Y llega la hora de que Iñigo nos presente su elección de tinto:

"He escogido un magnum de Emeritus 2004 por tres razones:
1º: soy un gran enamorado de esta denominación de origen y del Summa Varietalis y tenía ganas de probar el alto de gama.
2º: es un vino que hace Sandra Falcó que es socia con teresa y conmigo de Real Conservera Española (la conservera de José Peña). Y en las pocas ocasiones en las que he coincidido me parece una persona entrañable.
3º y fundamental: ya la tenía en la bodega y no tenía que comerme el coco".

Y la apuesta de Iñigo no defraudó. Este vino de Marqués de Griñón, de la D.O. Dominio de Valdepusa y elaborado con shyraz, petit verdot y cabernet sauvignon estaba impresionante. Presentaba un color rojo picota, con capa alta, ribete rubí (muy bien vestido). En nariz al principio estaba un poco cerrado (la botella se acababa de abrir) pero enseguida se volvía parlanchín y surgían más y más aromas: mermelada de frambuesa, fruta madura, balsámico, tinta china,...En boca era goloso, estructurado, corpulento, con acidez muy bien integrada con el alcohol, largo, mineral, fruta negra,...¡fantástico! ¡Vaya vinazos que vamos catando! ¡Y faltan dos!
Sólo tuvo un problema el Emeritus 2004: se nos quedó un poco corto para los dos platos que tenía que acompañar:
Caldo gallego con su cocido, carnes, verduras, chorizo y garbanzos. ¡Dios mío! ¡Lo que se puede hacer con un simple caldo gallego! Es difícil de explicar...el que no lo haya probado que se dé prisa no sea que lo retire de la carta.
Canelón de pulpo relleno de su risotto. No fallaba ningún plato, estaban todos en su punto.
Y después del tinto volvemos a un blanco (a propuesta de Iñigo cambiamos el orden de estos vinos y acertamos plenamente). Me vuelve a tocar explicar qué hace aquí este segundo blanco:

"En teoría sólo tenía que llevar un blanco pero, como no estaba seguro de poder conseguir La Claudina, busqué una segunda opción. Y cuando tenía los dos en casa... no sabía por cuál decantarme. Y cómo me parecía que teníamos poco vino pues llevé los dos. Y seleccioné este magnum de Redoma Reserva 2003 de Niepoort (Douro) porque hacía tiempo que tenía ganas de probarlo. Dicen que es el mejor blanco de Portugal y que los que elaboramos blancos en españa deberíamos aprender de él. Vamos a ver si es cierto".

Está elaborado con rabigato, gouveio y códega. Tiene una crianza de 10 meses en barrica de roble francés (90% nuevo). El color sorprende: amarillo dorado claro, muy claro para un 2003. En nariz necesita abrirse, pero enseguida muestra una gran complejidad: cítricos, monda de limón, piña en almíbar, fruta blanca muy madura, toques minerales y de madera, ...La boca impresiona, es denso, estructurado, frutoso, persistente. La acidez muy bien integrada que le da frescor. Enseguida surgen las comparaciones con La Claudina. Carlos y Santiago se quedan con Redoma Reserva 2003. Otros nos quedamos con los dos. Son muy distintos pero los dos son espectaculares. Lo que sí estamos de acuerdo es en la perfecta armonía con el plato: bacalao confitado a baja temperatura con sus callos al pil-pil de ajada y alga Wakame. La textura del bacalao perfecta y el sabor exquisito.

Para mí las mejores armonías de la noche entre plato y copa fueron esta y el postre con su vino. El encargado de traerlo era Santiago y él nos explicó su elección:

"Elexin un Porto Vintage 1994 Quinta de Ervamoira de Ramos Pinto:
1º: porque o viño do Porto é un dos mais importantes do mundo.
2º: porque soi un namorado de Portugal e dos seus viños.
3º: porque entre as diversas presentacións do viño do Porto o VINTAGE é a modalidade máis arriscada porque desta maneira o viño xa e bo de por si, senón non ten a categoría vintage pero despois depende da conservación da botella.
4º: porque o viño doce bo e de tradición é o Porto.
Estivei dubedando entre Porto de 40 anos ou Porto Vintage. O 1º é mais seguro. O 2º é máis arriscado."

Reconozco que no soy un experto en portos (más bien en casi nada) pero este Quinta de Ervamoira Vintage 2004 me pareció soberbio, con un color precioso, una nariz exuberante a frutos secos, ciruelas pasas, orejones, madera muy buena, muy compleja. Pero lo mejor era la boca, con una finura y elegancia que yo no había catado antes en un porto. Boca muy larga y persistente, sedoso, con recuerdos a chocolate amargo. ¡Fantástico! ¿Y qué decir de la armonía con la mouse helada de queso de tetilla, espuma de membrillo y reducción de licor café? ¡Sin plalabras! Eso lo dejo para vosotros. Así no pagareis las cañas el próximo jueves.

La cena va llegando a su fin y se nos une Yayo a cenar algo y catar el último vino. ¡Felicidades Yayo por la cena que nos has preparado!

Este año apenas ha habido controversias con los vinos. ¡Qué pena! No sé si es que han gustado a todos o que hemos venido menos guerreros (otro tema de comentarios y ya van dos). En la cena no se discutió de Nicolas Joly ni de Monsieur Rayas. No apareció ningún lado oscuro (¡será el espíritu navideño!). Disfrutamos con la cena y los vinos, que espero que además sorprendieran (un tercer tema para los comentarios). ¡Qué lástima que sólo exista una navidad al año! Podía haber tres o cuatro y así organizabamos otras tantas cenitas de navidad (el resto de asuntos navideños se obvian y ya está). Mientras decidimos si replicamos las navidades, nos vemos el próximo jueves.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Una cata para olvidar...¿o para meditar? (4 de diciembre de 2009)

Prometía la cata: albariños y centollas. Así que nos juntamos doce catadores con ganas de disfrutar de una agradable velada, ahora que se acababa de abrir la veda del centollo. ¿Qué mejor cata que una de albariños? Pero bueno, luego iremos a la cata, primeros vamos a los prolegomenos. Por fin volvió Berta a las catas tras el accidente en acto de servicio de Fran y nos puso al día de los avances en su recuperación. ¡Fran, nos vemos el próximo jueves en la cena! Abrazos y besos de los chicos/as del grupo de cata.
Olga nos contó las aventuras de su nuevo cachorro, que os presento a todos: aquí tenéis a la nueva mascota del grupo de cata, el pequeño Draco. ¡Vaya monada!

Jose prometió hacer una cata sin trampas, con seis albariños de los que tiene en la vinoteca, todos ellos albariños 2008 sin barrica del Salnés. Incluso se ofreció a decirnos las marcas, pero no le dejamos para que no nos influyera en nuestras puntuaciones.

Tras pasar la nariz por los seis vinos la sensación general era de desilusión. ¡Qué monotonía! ¡Qué aburrimiento de vinos! Estaban mudos, ninguno nos decía nada. No sólo es que no nos sedujeran,... es que ni nos dirigían la palabra. Bueno, para uno que hablaba...sólo decía palabras soeces. ¿Serían albariños de segundo nivel? ¿Nos estaría tendiendo una trampa Jose?
En boca confirmaban los peores presagios. Eran vinos bastante ligeros, el algún caso destacando un amargor, en otro gaseado. ¡Vaya panorama!
Los que parece que se salvaban eran el tercero y el sexto, pero por eso de que en el país de los ciegos el tuerto es el rey.

Como los vinos hablaban tan poquito... nos pusimos nosotros a charlar sobre otros temas, incluida la cena del próximo jueves. ¡Pero bueno chicos/as, que hay que puntuar los vinos para pasar a las centollas! Y aquí empezaron a aparecer puntuaciones de 10, 11, 12,...inusualmente bajas para nosotros. Nada que ver con la última cata de albariños que hicimos el 12 de marzo. (ver la crónica). En aquella ocasión el vino peor puntuado (15,43) tuvo más puntos que el mejor de esta cata (14,85). Rosa todavía recordaba la sinfonía de aromas que interpretaban aquellos seis estupendos albariños de marzo.
¿Qué vinos nos habría sacado Jose para esta cata? Pues la sorpresa fue mayúscula cuando empezamos a destapar botellas. Eran (por orden de puntuación): Tomada de Castro 2008, Pazo de Señorans 2008, Bouza do Rei 2008, Castrocelta 2008, Do Ferreiro 2008 y Santiago Roma 2008.
Si antes los que no hablaban eran los vinos,... ahora los que nos habíamos quedado mudos eramos nosotros. Incluso alguien sugirió no publicar la crónica de cata. Pero es lo que hay... nos guste o no. Y a los que somos bodegueros de albariños nos gustó muy poquito.

Para olvidar penas, ¿qué mejor que meter mano a las centollas? Para intentar resarcirnos de la imagen de los albariños de la cata los bodegueros invitamos a nuestros albariños: Soverribas de Nanclares 2008, Zárate 2008 y Mar de Frades 2008. No diré nada sobre estos tres albariños por ser juez y parte. El que quiera comentar algo es libre para hacerlo.
Tras las centollas dimos buena cuenta de unos chocos encebollados y nos habríamos comido lo que nos hubieran echado. ¡Es duro esto de la cata! Y lo del próximo jueves eso sí que es duro, duro: cenita en Yayo Daporta (¡Yayo sorprendenos!) regado por unos vinitos que nos vamos a esmerar en que sean también sorprendentes. ¡Hasta el jueves!

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Tomada de Castro 2008 - 14,85 puntos

Color amarillo limón intenso y brillante. En nariz, a copa parada, agua estancada. Al agitarlo, cítricos y limones para terminar con un fondo floral intenso, con notas de fruta madura. En boca, ataque vivo, cítrico y expresivo para terminar con final desvaido en la boca, carencia de volumen y retrogusto maduro.
Pazo de Señorans 2008 - 13,95 puntos
Amarillo pálido, transparente, brillante. En nariz aromas a geranio, floral. En boca seco, amargoso.
Bouza do Rei 2008 - 13,65 puntos
Amarillo pajizo de tonalidad muy suave y transparente. Brillante y limpio. Nariz fina y equilibrada con recuerdo de algún aroma frutal (pera). Bien compensado en boca, bien ensamblada la acidez y el grado alcohólico.
Castrocelta 2008 - 13,40 puntos
Amarillo limpio, nariz de intensidad media, notas de fruta de hueso, albaricoque, ligeramente madura. Ligero en boca, fresco. Vino equilibrado, varietal, de intensidad media.
Do Ferreiro 2008 - 12,85 puntos
Color amarillo-dorado, pálido, limpio y brillante. Nariz limpia, limones maduros y piña, sobre fondo de flores blancas. Evolución hacia fruta de hueso (melocotones). En boca es ligeramente graso. Algo punzante en la entrada con un toque cítrico y de manzana verde.
Santiago Roma 2008 - 11,55 puntos
Amarillo verdosa, limpio. Cerrado al principio, algo sucio, destacan los cítricos. En boca dulce, carbónico, naranja, cítricos. Descompensado, plano.

viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Qué le pasa a la mencía? (26 de noviembre de 2009)

Tras un jueves de descanso por las merecidas minivaciones de Jose y Olga nos volvemos a juntar 8 catadores. Nos faltan Fran y Berta ¡y vaya si se nota! ¿Será por la altura? Bueno, Locho y Rebeca nos informaron de lo bien que va ese tobillo. ¡Ponte bueno pronto! Os esperamos.
Todos llegamos puntuales (¡Hay que ver cómo funciona lo de pagar una botella si se llega tarde!). En los prolegómenos comentamos los efectos de las zamburiñas de la última cata y Jose nos informó con pelos y detalles (bajada en cesta incluida) de su viaje a Madeira (pero el... no nos trajo ninguna botellita de vino).

Vayamos a la cata. Ocho catadores/as, seis vinos nacionales con un vínculo común que Jose no nos dice, por el momento.
Empezamos a catar. El primero tiene un color muy subido, una capa enorme, parece joven (pero no lo es). En boca muy astringente. El segundo huele a canela y vainilla. El tercero presenta una nariz algo sucia, que con el tiempo se va limpiando. En boca está mejor. Del cuarto no destaca nada, anodino. El quinto le gusta a Iñigo y Paula. Junto al segundo parece que son los que más gustan. El quinto está muy evolucionado. Nos adelanta Jose que es un 2000. La verdad es que son vinos que no convencen del todo. Ninguno emociona, si siquiera es sugerente.
Se me ocurre decir que el vínculo no parece la variedad (¿por qué no te callarás de vez en cuando?). La sonrisa de Jose nos desvela que están elaborados con la misma variedad. Y Locho salva la honrilla del grupo de cata, que yo acababa de mancillar, asegurando que estaban elaborados con mencía. ¡Y no tuvo que pasar por debajo de la mesa! Eran cinco mencías de la D.O. Bierzo y un prieto picudo también del Bierzo pero embotellado como Vino de la Tierra de Castilla.

Y entre tanto mencía ganó el prieto picudo: Clan Charco Las Animas 2006 de Bodega Estefanía, con 16,25 puntos. Era el quinto vino de la cata. Muy cerca quedó el vino segundo(16,18 puntos): Carracedo 2005 de Bodega del Abad. El tercer vino fué el que catamos en primer lugar y que resultó ser Pittacum Aurea 2006. Jose nos dijo que otras veces que lo había catado le había parecido un vinazo y ahora le habíamos dado sólo 14,37 puntos (para Peñín merece 92 puntos). ¿Qué nos pasa en las catas, que parece que destripamos a los vinos? Locho no está de acuerdo y para él todavía puntuamos alto. ¿que pensáis catadores/as? ¡Paga caña el/la que no comente nada! Y no vale un comentario por pareja,... los comentarios son personales e intransferibles.
En cuarto y quinto lugar quedaron (con 14,25 puntos) los vinos 2 y 4: Gotin del Risc Esencia 2005 ( 90 puntos Peñín) de Bodega del Abad y Tilenus Roble 2006 de Bodega Estefanía. En último lugar quedó el vino sexto, que era Tilenus Pagos de Posada 2000. Estaba muy evolucionado y en parte puede deberse a un no adecuado almacenamiento del vino.

Ya era tarde y nos estaba esperando una carne o caldeiro estupenda, con la que retomamos los restos de los vinos. Ahora ya estaban mejor. Algún catador sugirió darles algún puntito más.
Y nos pusimos a organizar la cena de navidad, que este año tocaba en Yayo Daporta después que el año pasado la hiciéramos en Pandemonium. Y acordamos el día 10, y los responsables de sorprendernos con los vinos: Rebeca y Locho el champán (3 botellas), yo el blanco (un magnum), Iñigo el tinto (un magnum) y Rosa y Santiago el vino de postre (dos botellas). ¡Nos pondremos a trabajar inmediatamente! Berta y Fran: Ya os hemos apuntado para la cena. Angeles y Carlos: idem de idem. ¡Hasta el jueves!.
Notas de cata (puntuación: de 0 a 20 puntos)
Clan Charco Las Animas 2006 - 16,25 puntos

Rojo granate, apagado, capa media. En nariz al principio cerrado. Intensidad media, notas de pimienta, madera. Ataque astringente, vuelven las notas de madera. Corto. Vino equilibrado pero con poca intensidad.
Carracedo 2005 - 16,18 puntos
Rojo picota, cubierto, capa alta. En nariz cerrado al principio. Después más intenso, complejo, frutos de baya, lácteos. Ataque cálido, amplio, carnoso, largo con especiados en retronasal. Vino redondo y equilibrado.
Pittacum Aurea 2006 - 14,37 puntos
Rojo violeta, vivo, ribete violáceo, capa alta. Nariz de intensidad media, mora. Astringente, tánico, especiado.
Tilenus Roble 2006 - 14,25 puntos
Rojo rubí, un pelín apagado, con el ribete granate, casi teja. Nariz de intensidad media, franco, especiado con matices de ciruela y uvas pasas. En boca ligero, sobresale la madera con notas vegetales. Equilibrado, ligero, agradable.
Gotin del Risc Esencia 2005 - 14,25 puntos
Limpio y brillante con capa profunda de color rojo picota. Nariz de intensidad media, fondo fresco de fresa y frambuesa combinado con notas de madera fresca. Ataque discreto, fresco, notas ligeras de astringencia, vuelve la madera para finalizar con aroma de frutas del bosque. Estructurado.
Tilenus Pagos de Posada 2000 - 11,80 puntos
Rojo cereza con capa baja, ribete teja, apagado. Nariz sucia, con fuerte evolución. Frutos rojos pasificados. En boca aparece la ciruela muy madura, ligeros toques de hoja húmeda, caja de puros, madera húmeda.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Cata mítica ¿si o no? (5 de noviembre de 2009)

¡Por fin llegó la esperada cata organizada por Rebeca y Locho! Si ya las expectativas eran altas por los comentarios que se iban haciendo las últimas semanas, llegaron al máximo cuando Locho bautizó la cata como "Cata mítica". ¿Realmente lo será? Presentó los vinos como vinos europeos (no sólo franceses), elaborados con distintas variedades y por productores en muchos casos controvertidos. De un nivel de precios similar que puede superar en el mercado los 100 euros. ¡Mucho tienen que emocionar para pagar ese precio por una botella de vino!

En un primer encuentro con los vinos destaca la personalidad de cada uno y su heterogeneidad (es difícil comparar vinos tan distintos entre sí). En el primero destaca su juventud, su acidez, con los cítricos como dominantes. El segundo llama la atención por un fuerte aroma a petroleo y una boca potente. En el tercero domina la madera pero con un estilo muy personal. El cuarto es muy complejo, con aromas florales, ahumados, avellana...y muy carnoso en boca. El quinto...¿a que huele el quinto? Para unos a yogur, para otros a jerez. Fue el vino más controvertido de la noche, con puntos desde 18 a 13. Para unos un vinazo, para otros con aromas y gusto evolucionado, rozando lo defectuoso. Yo me apunto a estos últimos y Paula, que es la que ha hecho la nota de cata, también. Si la crónica la hubiera hecho Locho y Jose la nota de cata otra visión de este vino estaríamos trasmitiendo. Bueno, empecemos a desvelar nombres: éste último vino, que obtuvo 16,33 puntos (yo fui el que le dí sólo 13 puntos)era Château Rayas 2001 Chateauneuf du Pape (Ródano). Esto es lo que nos preparó Locho de este vino:
Château Rayas, la leyenda de Châteauneuf
Château Rayas. Uno de los más famosos estados en el Ródano, y ciertamente la bodega más célebre, junto al Château de Beaucastel, de la denominación de Châteauneuf-du-Pape, en la que se encuentra.
La bodega pertenece a la familia Reynaud. Fue lanzada por Louis Reynaud, quién alzó el nombre de Rayas a lo más alto del Ródano sur. La propiedad fue comprada por su padre, pero no estaba dedicada a la producción de vino. Louis se ganó cierta fama, por hacer las cosas a su manera -llamándose 1er Grand Cru, algo que no existe en la zona, o Château, que es mucho decir de la finca- y por su desprecio hacia las reglas y burocracia. Murió en 1978, despidiéndose con la mítica añada, para ser sucedido por su hijo Jacques y su hermana Françoise. Jacques dirigió la propiedad hasta su fallecimiento a principios de 1997.
Rayas es una finca con varios 'lieux-dits' o pagos, con un total de 13,5 hectáreas de viñas. Por supuesto, ni el más mínimo 'château' (castillo) se encuentra en la propiedad. Suponemos que simplemente quedaba bien en el nombre. Sin embargo, sí que tienen un castillo en ruinas en su otra propiedad, Château de Fonsalette. De los diferentes pagos se producen Rayas y Pignan, tanto en blanco como tinto.
El Rayas blanco está hecho de clairette y garnacha blanca, y es un vino muy discutido. Incluso ellos mismos lo reconocen en cierta forma, al estar haciendo pruebas para bloquear la maloláctica, o embotellar antes, y conseguir un vino más fresco, que agrade más a sus clientes. A menudo presenta notas de oxidación, e incluso a veces, notas ajerezadas.
La bodega tiene fama de ser de las más desastrosas y sucias del planeta, y nadie entiende muy bien cómo salen esos vinos de tal bodega.

Cada cuál que saque sus conclusiones.

El primer vino, que quedó en último lugar (con 16,27 puntos), tal vez pagó su juventud ya que se trataba de un 2007, elaborado por el controvertido, hasta su muerte, Didier Dagueneau: Pur Sang 2007 Didier Dagueneau Pouilly-Fumé (Loire). Veamos lo que nos preparó Locho:
Didier Dagueneau, productor de culto de Pouilly-Fumé, una de las zonas más prestigiosa de producción de blancos al este de la región de vinos del Loira, murió el pasado 17 de septiembre en un trágico accidente aéreo cerca de la comuna de Hautefaye en la región de Dordogne al suroeste de Francia. La avioneta que pilotaba el propio Dagueneau tuvo problemas durante el despegue y finalmente se estrelló, en un accidente que recuerda la terrible tragedia de Barajas que tan fresca tenemos aún en la memoria. Dagueneau tenía 52 años. "El electrón libre de la viticultura", "l'enfant terrible", "el rebelde", "el revolucionario", "el salvaje de Pouilly" o "el viticultor iconoclasta" son expresiones que se han usado a menudo para describirlo. Ciertamente tenía fuertes opiniones, y no se las quedaba para sí, estaba lleno de energía y no reparaba en nada con tal de conseguir su objetivo: ser el mejor.
De sus casi 12 hectáreas, exclusivamente de sauvignon blanc, producía una media de 50.000 botellas anuales. Pur Sang también es un ensamblaje, pero más definido, ya que todas las uvas provienen de la zona de la Folie.
Aunque el Silex es su vino más reputado –los limitadísimos son prácticamente inexistentes- nuestro favorito es el Pur Sang, ya que el Silex, más trabajado, con más madera y bastoneo, es muy exuberante en su juventud, pero envejece más rápidamente, mientras que el Pur Sang, con más acidez y nervio, no tan redondo inicialmente, envejece más lentamente, adquiriendo con años en botella un equilibrio y elegancia impresionantes.

En tercer lugar quedó el vino 3 con 16,33 puntos: Chateau Smith-Haut-Lafitte Blanc 2005 Pessac-Léognan /Burdeos, (90 % sauvignon blanc / 5 % sauvignon gris / 5 % sémillon) el vino más puntuado por Robert Parker (95+ puntos). ¿Será quizás por la maderilla tan presente en el vino?.

El vino que quedó en segundo lugar (con 17,72 puntos) fue el vino cuarto: Château de Beaucastel 2005 Chateauneuf du Pape (Ródano), elaborado con Roussanne (80%) y Grenache blanc (20%). Veamos lo que nos preparó Locho:
Château de Beaucastel
Château de Beaucastel es el nombre que con más facilidad viene a la cabeza de los aficionados vinícolas de todo el mundo cuando se menciona la denominación Châteauneuf-du-Pape. Y es uno de los pocos que conjugan volumen con calidad.
En total tienen 130 hectáreas en la finca, de las cuales están plantadas unas 100, y cada año reemplazan una o dos hectáreas de viña vieja por otras de nueva plantación en suelo que han dejado descansar al menos 10 años. Las uvas proceden de su viñedo de unas 70 hectáreas, en la zona entre Orange y Avignon. El terreno es de molasas marinas del mioceno, cubiertas por aluvión alpino, cantos rodados, los famosos 'galets roulés' de Châteauneuf, que actúan como 'acumuladores', almacenando el calor durante el día, liberándolo durante la noche.
El blanco viene de 7 hectáreas de viñas, en las que la composición es roussanne 80%, garnacha blanca/grenache blanc 15%, y el 5% restante picpoul, picardan, bourboulenc y clairette. El blanco, vendimiado a mano y pasado por mesa de selección, es fermentando el 30% en barrica y el resto en cuba, porcentaje que se mantiene durante la crianza de unos 8 meses, tras la cual se embotella.

And the winner is: Georg Breuer Berg Schlossberg 2006 Reingau, un riesling delicioso que es el único de esta cata mítica que es capaz de hacerse hueco en nuestro ranking de los cinco mejores del año (con 18,16 puntos). Veamos algo más de esta bodega:
El Weingut Georg Breuer
El Weingut Georg Breuer es una bodega establecida en 1880 en la ciudad de Rüdesheim, justo donde el Rin, en su curso oeste, gira de nuevo hacia el norte en la zona más occidental del Rheingau. Georg Breuer (1910-1982) fue el impulsor del dominio que lleva su nombre desde mediados del siglo XX. En los años 80, la gestión de la bodega pasa a manos de sus hijos Heinrich y Bernhard. Bernhard Breuer perdió la vida en 2004 por un ataque cardíaco.
Bernhard Breuer fue un hombre atípico, a contracorriente. Emprendedor donde los haya en 1983 impulsa la CHARTA en el Rheingau. Una asociación de productores dentro de la VdP que se autoimponen una serie de reglas para aumentar la calidad de sus vinos y establecer diferencias entre pagos: embrión de ideas que arrojaban luz sobre las clasificaciones oficiales y que más tarde convergieron con las de la VdP y la clasificación 'Erste Gewächse'. Perfeccionista, irredento deja la VdP en el año 2000 y concentra sus esfuerzos en mejorar la calidad de sus vinos. Impulsor de los riesling secos de pago.
El Berg Schlossberg es el pago más occidental de los de Georg Breuer en Rüdesheim. La traducción literal del nombre 'Berg Schlossberg' vendría a ser algo así como la 'montaña del castillo en la montaña' (el nombre del castillo concretamente es Ehrenfels). Un nombre bastante acertado dada la orografía de la zona. Ciertamente, el pago se ubica en una ladera escarpada del margen derecho del Rin justo enfrente de la curva que desvía su curso oeste de nuevo hacia el norte. El río se estrecha en esa zona de aguas más rápidas y deja (o dejaba) a los atrevidos navegantes que antaño se aventuraban por el paso a merced de los señores del castillo de Bröms, en lo alto de la montaña, que no dudaban en cobrar peaje por su sana costumbre de acompañar a las embarcaciones hasta aguas más lentas, apoyando su petición a punta de cañón desde lo alto de la torre, claro está. Hoy no hay cañones, ni peaje, pero sí que quedan las ruinas del castillo bien rodeadas de viñas viejas. Laderas de hasta un 70% de desnivel de pizarra desmoronada de cuarcita que adquiere un color berenjena y que, por su pendiente, obligan al trabajo manual del viñedo.
Esa orografía y esa composición del suelo permiten además que sea un pago que se seca muy rápido y que necesita por lo tanto agua constantemente. Sólo las cepas más viejas, con sus raíces bien ancladas, o las plantadas en zonas más altas y más frescas dan sus mejores frutos. Un viñedo de unas 3 ha de las que 2,5 ha son sólo de riesling y del que se embotellan, en vino seco, unos 5.000 litros aproximadamente.
El mosto fermenta con levaduras autóctonas en los toneles clásicos del Palatinado y Rheingau, de roble alemán con una capacidad de 1200 litros los llamados 'Stück' y de 2400 l. los 'doppel Stück'. En ellos el vino permanece hasta el embotellado, normalmente, la primavera siguiente a la cosecha.
Otra peculiaridad de esta elaboración es su presentación. En efecto, desde 1980 en cada añada de Berg Schlossberg la etiqueta va ilustrada por un artista que la bodega invita a colaborar: en este 2007, la última en el mercado, es obra del pintor de Stuttgart Marco P. Schaefer que en su obra, ciertamente colorista, evoca el perfil abrupto y escarpado del pago.


¡Bueno! La cata ha llegado a su fin y es hora de reflexionar sobre vinos míticos, mitos, realidades,...¡Recordar que el que no escriba un comentario paga caña!
Es hora de reflexionar y ... de brindar por la rápida recuperación de nuestro primer catador herido en acto de servicio: ¡Fran, un fuerte abrazo y besos de las chicas!
Notas de cata (puntuación de 0 a 20 puntos)
Georg Breuer Berg Schlossberg 2006 Reingau - 18,16 puntos

Amarillo dorado, brillante. Nariz muy intensa, muy mineral y con notas de manzana, recuerdos de albaricoque extramaduro. En bica complejo, larguísimo, acidez redonda. Es un vino para disfrutar.
Château de Beaucastel 2005 Chateauneuf du Pape - 17,22 puntos
Amarillo pajizo, luminoso, brillante. Aromas complejos, floral, salazones y ahumados, avellana. En boca algo astringente, carnoso, amplio, cálido, madera. Vino equilibrado.
Chateau Smith-Haut-Lafitte Blanc 2005 Pessac-Léognan - 16,33 puntos
Amarillo pajizo con brillos dorados. Nariz intensa, compleja, cítricos, fruta tropical, madera, ahumados de pescado. En boca ataque cálido, toques amargos, carnoso, postgusto largo con fruta y madera. Muy equilibrado con muchos matices.
Château Rayas 2001 Chateauneuf du Pape - 16,33 puntos
Limpio, brillante, dorado tirando a ambar. Ataque de yogur, lácteos con fondo ajerezado, algún recuerdo de fruta. En boca destaca su redondez y el marcado ajerezado. Falta complejidad básico en aromas, en boca se repite lo mismo.
Pur Sang 2007 Didier Dagueneau Pouilly-Fumé - 16,27 puntos
Amarillo pajizo, limpio, con destellos brillantes y dorados. Nariz muy intensa a cítricos (pomelo, limón), algo de tropicales como piña. En boca vuelve la piña fresca, limones verdes, pomelos, carácter cítrico. Muy largo.mm

viernes, 30 de octubre de 2009

A urgencias tras un paseo por Extremadura (30 de octubre de 2009)

Mientras Yayo volaba hacia Nueva York para correr el maratón con un grupo de cocineros de Madrid, Rosa y Santiago se reincorporaban a las catas tras el verano y unas merecidas vacaciones por tierras extremeñas. Y nos traían un regalito: seis vinos extremeños de la D.O. Ribera del Guadiana y Vinos de la Tierra de Extremadura.
Este jueves a nadie le tocaba pagar botella por llegar tarde. Berta y Fran llegaban, in extremis, a las nueve y media exactas (ajenos a la tragedia que se aproximaba).

Al empezar la cata, Santiago nos comentó que eran vinos extremeños, con precios que oscilaban entre 4 y 40 euros de diversas variedades (aunque predominaba el tempranillo). ¿Seríamos capaces de valorar los vinos en relación a sus precios? Bueno a ello nos pusimos, y en una primera impresión olfativa había cierta homogeneidad. ¿Cómo podíamos empezar a desbrozar el camino y sacar conclusiones? Sólo hacía falta un poco paciencia y seguir dando más vueltas a los vinos. El tercer vino presentaba un olor a humedad, que iba en aumento. Al final fue el vino que menos gustó, con 11,7 puntos. El vino sexto presentaba aromas con cierto toque a colonia y una boca muy corta. Tampoco gustó y le dimos 12,2 puntos. El primer vino tenía una nariz que no estaba mal pero en boca era muy corto. Le dimos 12,7 puntos.
Los tres vinos que quedaban fueron los que más nos gustaron. El vino segundo cambió mucho a lo largo de la cata. Al principio predominaban los aromas lácteos, que se fueron difuminando dejando paso a otros aromas más complejos. En boca era el más amplio y goloso. Fué el que ganó con 15,35 puntos. Los vinos cuarto y quinto quedaron empatados en segundo lugar con 14,65 puntos. El cuarto más afrutado y goloso, el quinto más balsámico, pero tampoco vinos para enamorar.
Al empezar a destapar los vinos nos preguntábamos si nuestras conclusiones estarían relacionadas con sus precios... y comprobamos que así fue. Los tres últimos vinos eran vinos entre 4 y 5 euros. Los vinos que quedaron en segundo lugar eran vinos de 12 y 22 euros: BASANGUS 2006 Crianza de D.O. Ribera del Guadiana y MIRABEL 2006 (Vino de la Tierra de Extremadura). Y el ganador era el vino de 40 euros: HABLA Nº 5 2006 (Vino de la Tierra de Extremadura). Este último vino mejoró mucho en el transcurso de la cata y si se hubiera abierto unas horas antes probablemente se hubiera expresado mucho más y hubiera tenido mayor puntuación. Pero es el problema de las catas, que pruebas el vino en un tiempo relativamente corto. Seguramente hubiéramos disfrutado más con HABLA Nº 5 2006 en el transcurso de una comida, viendo cómo iba abriéndose y evolucionando.

No se si por estar agotados por el paseo por Extremadura o expectantes por la celebración del cumpleaños de Teresa, se desencadenó la tragedia: ¡Fran metió la pata! Al levantarse de la mesa se torció el tobillo y en pocos minutos un enorme bulto le ocultó el tobillo (según cuentan los que lo vieron). ¡A urgencias corriendo! (lo de corriendo es un decir). Al cabo de un rato nos llamó Berta para dar el parte: calmantes, antiinflamatorios, inmovilización y a la cama con la pata en alto. Al día siguiente radiografía. ¡Fran: cuídate! ¡Un fuerte abrazo de toda la peña! ¡Y tómatelo con calma!
Bueno, el muerto al hoyo y el vivo al bollo (traducido: Fran a la cama y nosotros a la merendola). Teresa nos había traído una rica tarta y nos invitó a la cenita regada por Summa Varietalis 2004, del que sí disfrutamos. ¡Muchas felicidades Teresa! ¡Y que cumplas muchos más!... Me refiero a que celebres muchos más cumpleaños a lo largo del año.
¡Hasta el próximo jueves! ¿Será por fin la esperada cata de Locho? Yo, como Santo Tomas, ¡hasta que no lo vea no lo creeré!.

Notas de cata (puntuación de 0 a 20 puntos)
Habla Nº 5 2006 - 15,35 puntos

Rojo granate, capa alta, brillante. Nariz intensa, con carácter. Moca, frambuesa, pimienta, cereza, clavo, regaliz. En boca cálido, tánico, cierta astringencia con toques lácteos. Redondo, equilibrado.
Mirabel 2006 - 14,65 puntos
Capa ligera con ribete purpura amplio tirando a teja. Aromas de intensidad media, franco, ligeras notas de madera, fresco con notas de frutas del bosque de fondo. Boca de media intensidad, ataque voluminoso y retrogusto muy ligero. Falta fruta y permanece la madera. Equilibrado y fácil de disfrutar.
Basangus 2006 Crianza - 14,65 puntos
Rojo picota con ribete granate. Brillante. Nariz de intensidad media, franco. Aromas balsámicos y florales. Ataque cálido, sin aristas, sabroso, largo.
Privilegio de Romale 2004 - 12,7 puntos
Rojo granate, apagado, muy envejecido. Aromas de poca intensidad, con toques de café, uvas pasas. En boca muy ligero, fácil de tomar, quizá un poco caliente, con toques de madera. Agradable, sin grandes pretensiones.
Lar de Barros 2005 - 12,2 puntos
Rojo cereza de capa media. Poco luminoso. Ribete casi teja. Nariz de intensidad media, fruta roja madura, ligeros tostados, frutos secos (avellana), ligeramente mineral, cascarilla de cacao. En boca aparece la fruta muy madura, entra goloso, con cuerpo, con ataque suave. Postgusto muy corto.
Viña Placentina 2004 - 11,7 puntos
Rojo granate, capa media, apagado. Nariz poco franca, con notas balsámicas, madera verde. Ataque alcohólico, amargoso, poco franco, muy verde en el ataque y un final balsámico amargo.

viernes, 23 de octubre de 2009

La cata de la resaca y el silencio (22 de octubre de 2009)

¡Si es que no tenemos edades para muchos excesos! Con el grupo de cata diezmado por la celebración del cumpleaños de Iñigo el día anterior (y algunos de los presentes con las facultades catativas algo mermadas) nos disponemos a catar en silencio los cinco vinos que nos había preparado Jose.







Lo del silencio no es porque estuviéramos seriamente perjudicados (que mal pensados sois) sino que era un experimento para ver que pasaba si hacíamos una cata sin ningún tipo de influencia de los demás catadores. Teníamos que puntuar los vinos sin hacer ningún comentario ni gesto externo que pudiera evidenciar nuestra opinión sobre los mismos. Una vez puntuados ya llegaría el tiempo de comentar, destripar, debatir, etc., etc. Y nos pusimos manos a la obra.

Eran cinco tintos españoles sin ninguna vinculación, de distintas variedades y D.O. Empezamos a catar y sólo os puedo trasmitir mis impresiones ya que los demás no decían ni mu (sólo algún gestito involuntario y algún comentario general acallado por el grupo). Según iba catando los vinos quedaba claro que no tenían nada que ver con los que habíamos probado la noche anterior (Valbuenas y Vegas Sicilia Unicos de diversas añadas). Vinos correctos pero poco más,...espera,...¡uhm! estoy catando el quinto vino y esto es otra cosa. Es como un oasis en medio del desierto. Lo primero que llama la atención es su capa tan alta. La nariz es cálida, con fruta compotada, canela, vainilla, cacao,... qué aromas tan sugerentes. Anima a probarlo... y no decepciona en boca. Es potente, cálido, carnoso, sabroso, largo. Dan ganas de compartir estas sensaciones con el resto de catadores pero me tengo que callar. ¡Es un rollo esto de la cata silenciosa! No sé si será más objetiva pero te priva de compartir estas sensaciones y de disfrutar más de la cata. ¡Desde aquí me opongo al sistema silencioso! Espero comentarios con vuestra opinión, que últimamente estais un poco vagos a la hora de meter comentarios.
Llega la hora de ver las puntuaciones. Los resultados son los previsibles: Para todos, excepto Paula, el vino que más ha gustado es el quinto, que obtiene 16,33 puntos frente a los otros cuatro que se quedan en torno a los 14 puntos (entre 14 y 14,54). ¿Cuál es el quinto vino? Pues es Avan Concentración 2006 de D.O. Ribera de Duero. ¡Un vinazo! Y que va a mejorar mucho en botella. La cosecha 2004 que tomamos luego con la cena estaba todavía mejor.
El vino que quedó segundo era Museo Real Reserva 2002 de D.O. Cigales. El tercero: Sotales 2006 Tinto Crianza de D.O. Somontano. El cuarto: Abad Don Bueno 2007 de D.O. Bierzo. Y el quinto: Izadi Crianza 2005 de D.O. Rioja. No hago comentarios de estos vinos. Podéis ver las notas de cata.

Y tras el callado esfuerzo de la cata, el jolgorio del disfrute de la carrillera ibérica que nos preparó la madre de Jose. ¡Estaba para chuparse los dedos! Con un tomatito rico, rico y unas patatas fritas sabrosas y en su punto. Y regado con un Avan Concentración 2004 que le tocó pagar a Paula y Locho por llegar más tarde de las nueve y media (la pobre Paula por sólo cinco minutos: las reglas son las reglas).
¡Hasta el próximo jueves! Me da en la nariz que va a ser una cata muy interesante. Ya os contaré.

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Avan Concentración 2006 - 16,33 puntos

Rojo picota tirando a violeta, con capa alta. Nariz cálida, fruta compotada, canela, vainilla, cacao. Mineral. Ataque cálido, amplio, carnoso, sabroso, largo. Un vino equilibrado, redondo y muy goloso.
Museo Real Reserva 2002 - 14,54 puntos
Rojo cereza, capa media. Ribete granatoso. Aromas no muy intensos. Sin carácter. Fruta roja con algo de sobremaduración, no muy lograda. Ligero, ciruela roja. Ligeros tostados de barrica seminueva. Algo de astringencia.
Sotales 2006 Tinto Roble - 14,17 puntos
Capa ligera con ribete color teja que hace pensar en un vino con años. Aromas de mermelada de fresa, frutos del bosque que se mezclan con tostados y frutos secos. Boca intensa, corpulento donde se intensifican los sabores a madera. Más que correcto.
Abad Don Bueno 2007 - 14,08 puntos
Color rubí, capa media. Aromas de intensidad media, franco, frutos rojos con ligeros toques de pimienta. Ataque cálido, ligero en boca. Equilibrado.
Izadi Crianza 2005 - 14 puntos
Rojo granate. Aromas de intensidad media, cerrado. Ligeramente balsámico. Sin aristas, sabroso. Vino equilibrado, de intensidad media. Impersonal.

viernes, 16 de octubre de 2009

Una cata para la reflexión (15 de octubre de 2009)

Un jueves más, tras un maravilloso día cuasi veraniego de mediados de octubre nos juntamos los chicos/as de la peña para catar, o más bien aprovechamos la disculpa de la cata para pasar una agradable velada en buena compañía... (de los vinos, claro).
Ayer saludamos a Berta y Fran, que no nos acompañaban desde el verano, felicitamos a Teresa por su santo (nos invitó a unas copas) y por fin se animó Julio a sentarse con nosotros.

La cata la preparó Locho. ¿Serán vinos franceses? Es lo que nos preguntábamos en los prolegomenos y Locho lo aclaró nada más empezar: No eran vinos franceses. Se trataba de un blanco y cinco tintos con un nexo común, pero que daba igual. El ejercicio que nos proponía Locho era centrarnos en la cata y la valoración de los vinos, olvidándonos de buscar variedades, zonas, etc. Y a ello nos pusimos.

El primer vino era el blanco, que gustó discretamente. Una nariz madura con toques anisados, boca elegante con una barrica presente. Gustó pero no enamoró. Al final le dimos 15,10 puntos. Cuando atacamos los cinco tintos la percepción global es que estábamos ante unos vinos de calidad, bastante homogéneos pero que les faltaba algo para ser vinos redondos. Les dimos puntuaciones bastante parejas (entre 14,85 y 16 puntos). Locho nos confirmó que eran vinos elaborados por el mismo enólogo y sabiendo que había estado hace no mucho en el Alentejo portugués enseguida nos dimos cuenta que estaba por medio nuestra bodega preferida el 2008: Herdade da Maladinha Nova. Seguro que allí estaba Maladinha, que había quedado primero en nuestro ranking del 2008 con 18,77 puntos (cosecha 2004), y Monte da Peceguina, al que le habíamos dado 17,04 puntos a la cosecha 2006. Y hoy no había pasado ningún vino de 16 puntos. Efectivamente el vino ganador (con los 16 puntos) era Maladinha 2007. Monte da Peceguina 2008 quedó penúltimo con 14,95 puntos. ¿Qué había pasado? No hubo ningún lado oscuro que con sus puntuaciones especialmente malas bajara la media. Más bien las puntuaciones fueron bastante homogéneas. ¿Habría sido el influjo de la luna? se preguntaba Jose. Tal vez, por encontrar alguna explicación, influyan las añadas. Ayer catamos vinos del 2007 y 2008 (el blanco y Monte da Peceguina). ¿Necesitan un tiempo en botella para alcanzar esa redondez que tanto nos gustaba en estos vinos?. En nariz estaban bastante bien pero en boca nos defraudaban algo.¿O más bien el problema somos nosotros y nuestro voluble criterio a la hora de catar vinos? Chicos/as: os toca reflexionar un ratito y hacer comentarios con vuestras reflexiones.
El vino blanco era Antao Vaz 2008 de Herdade da Maladinha Nova. Los tintos eran de dos bodegas: Herdade da Maladinha Nova y Herdade dos Grous, ambas del Alentejo y con el mismo enólogo. El ganador fue Maladinha 2007, el segundo quedó otro vino de Herdade da Maladinha Nova que no habíamos probado antes: Aragonês da Peceguina 2007. Ya en tercer lugar Herdade dos Grous 23 Barricas 2007. El cuarto Monte da Peceguina 2008 y el peor puntuado fue el vino más caro: Herdade dos Grous Reserva 2007.
Bueno, ¿que mejor forma de alejar el sentimiento de culpa que nos había quedado que pasando rápidamente a los mejillones y pluma ibérica regados con un magnum de Mirto?. Por cierto el magnum fue regalo de Berta y Fran. Y a partir del próximo jueves el vino del condumio lo pondrán los tardones. El que llegue más tarde de las nueve y media tendrá que invitar a una botella de vino. (Acuerdo de la asamblea, yo sólo lo trasmito). ¡Hasta el próximo jueves! ¿Quién será el tardón?

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Maladinha 2007 - 16 puntos

Ribete granate, capa profunda, color violaceo llegando a granate. Aromas de intensidad media-alta. Frutos secos, madera, con fruta de fondo, café licoroso. En boca intenso, amplio, tánico, algo astringente, perdura con retronasal especiada. Vino correcto, equilibrado y agradable de beber.
Aragonês da Peceguina 2007 - 15,70 puntos
Color rojo granate, vivo, luminoso. Nariz intensa, afrutado, notas de madera oriental, licoroso. En boca cálido y frutal. Vino original con intensidad y armonía.
Herdade dos Grous 23 Barricas - 15 puntos
Color rojo picota intenso, vivo y brillante. Nariz muy intensa, cálida y compleja. Notas de frutas rojas maduras y pimienta negra. En boca cálido, carnoso, largo, especiado con toque vegetal. Vino con carácter, nariz muy expresiva, largo y equilibrado.
Antao Vaz 2008 - 15,10 puntos
Amarillo pajizo, apagado. Nariz de intensidad media, toques anisados, floral. En boca más frutal, con tonos cítricos y lácteos. Discreto, evoluciona rápido. Elegante.
Monte da Peceguina 2008 - 14,95 puntos
Rojo picota, capa alta. Color vivo, brillante con ribete violáceo. Nariz intensa, fruta negra, picota, chocolate con leche, especias (pimienta negra), licoroso. En boca aparece más fruta roja que negra, especies, fruta negra confitada.
Herdade dos Grous Reserva 2007 - 14,85 puntos
Color rojo granate, con capa alta. Nariz intensa, con carácter. Fruta madura,toffee, clavo. En boca cálido, amplio, largo. Necesita abrirse.

viernes, 9 de octubre de 2009

De paseo por Monterrei de la mano de Javier (8 de octubre de 2009)

¡Hola, hola! Ya estamos de nuevo los chicos (y chicas) de la peña de cata. Pletóricos de fuerzas, aunque un poco desentrenados tras el largo verano, nos vamos de paseo por Monterrei. Nuestro querido amigo Javier (podéis visitar su blog) me había traído 8 blancos de la D.O. Monterrei para que los catáramos. Se trataba de vinos del 2008 elaborados con godello y treixadura (algunos monovarietales y otros con ambas). Por cierto, me dicen los chicos/as que te trasmita las gracias por el detalle y que estás invitado a nuestras sesiones de cata (Verín no está tan lejos y tienes habitación en mi casa).
Bueno, vamos a lo que vamos. Tras el verano y la vendimia (¡qué buenos albariños nos esperan en la cosecha 2009!) y sedientos de catas, nos juntamos 12 catadores. Algunos no nos habíamos visto desde la última cata.

Para dar un poco de intriga decidí no informarles, en un principio, de los vinos que íbamos a catar. Sólo les dije que entre los ocho vinos había un vínculo muy fuerte (misma variedad, misma D.O., etc.). Al empezar a catar surgieron los comentarios sobre la calidad de los vinos y para varios catadores se trataba de vinos elaborados con las mismas variedades. Y allí aparecieron la verdejo, la godello (a la albariño ni se la nombró). No se si para dar pistas o para despistar les dí más información: se trataba de vinos del 2008, de la misma D.O. y elaborados con dos variedades (monovarietales o plurivarietales). Nuestras narices estaban que echaban chispas buscando aromas, y surgía la manzana, cítricos (pomelo), tropicales (piña), incluso feijoa,...¿Y a donde se fueron nuestros queridos catadores? Pues cogieron la carretera a Madrid y...se pasaron de largo de Verín para llegar a Rueda. Menos mal que Tonino se quedó en la provincia de Orense. ¡Gracias Tonino por salvar la honrrilla de la peña de cata!.
Bueno, sabiendo ya lo que catábamos nos pusimos manos a la obra (mejor dicho a la ficha de cata) y a trabajar.

Los vinos 1 y 2 fueron los que más nos gustaron, seguidos de cerca por el 5. El primer vino era un vinazo, intenso y fragante en nariz, amplio y goloso en boca, con una fruta muy presente (manzana, cítricos, piña). Le dimos 17,35 puntos (ha estado a punto de entrar en nuestro top 5) y se trataba del único monovarietal de treixadura: Quinta das Tapias 2008 de Bodegas Mariñán. El vino 2 seguía los patrones del 1 pero se quedaba un poco por detrás (le dimos 16,14 puntos) y se trataba de un plurivarietal treixadura-godello: Via Arxentea 2008 de Manuel Guerra Justo. El vino 5 tenía recuerdos a repostería, levaduras. En boca era más alcohólico pero compensado con una acidez intensa pero equilibrada. Le dimos 15,71 puntos. Se trataba de un godello: Triay 2008 de Triay Adega de Oimbra SL.
Cuatro vinos quedaron en el intervalo de 14,28 y 13,71 puntos. Eran vinos bien elaborados pero que nos parecía que tenían menos carácter que los tres primeros (fruta menos definida, menos franqueza, boca más ligera, alguna arista,...). Eran dos godellos: Greco e Monaguillo 2008 y Ladairo 2008 y dos plurivarietales godello-treixadura: Pazo de Monterrey 2008 y Terra do Gargalo 2008.
El vino 8 presentaba defectos (aromas azufrados, pelo quemado) y optamos por no hacer ficha de cata ni puntuarlo.
En términos generales la cata fue muy interesante. Creo que nos sorprendió y desde luego nos ayudó a conocer algo mejor a nuestra vecina (y gran desconocida) D.O. Monterrei. ¡Gracias Javier! Te esperamos un jueves por la Ribeira de Fefiñans.
Y después de tanto vino ya había apetito (¡que digo apetito...había hambre!) y dimos buena cuenta de los berberechos, navajas, almejas, caldito, tortilla de patatas, revuelto de algas que nos preparó Jose y de las ancas de rana que nos trajo Tonino (bueno, con las ancas alguno/a no se atrevió), regado con un Séptima Gran reserva 2004, que a algunos enamora y para otros simplemente no está mal. ¡Que le vamos a hacer! El próximo jueves más y mejor.

Notas de cata (puntuación de 0 a 20 puntos)
Quinta das Tapias 2008 - 17,35 puntos

Amarillo pálido, brillante, con destellos dorados. Aromas tropicales (piña) y cítricos (pomelo, lima). Muy intenso y fragante. Excelente sensación que se amplia a medida que se airea. Largo postgusto a piña, manzana golden madura. Muy buena acidez. Amplio y goloso.
Via Arxentea 2008 - 16,14 puntos
Amarillo verdoso, brillante. Aroma intenso a frutas tropicales (piña) y cítricos (pomelo). Cálido, amplio, con acidez equilibrada y postgusto largo y frutal. Vino equilibrado y con carácter.
Triay 2008 - 15,71 puntos
Amarillo brillante con irisaciones verdosas, limpio y cristalino. Aroma intenso que recuerda a repostería y levaduras. Agradable y alcohólico, con una acidez intensa pero equilibrada y persistencia balsámica.
Pazo de Monterrey 2008 - 14,28 puntos
Amarillo pálido, brillante. Nariz de intensidad media, fondo verde, olores a bodega, algo vegetal, aroma a limón, cítricos, pan tostado. Boca ligera, desvaida, con tonos de fruta. Vino sencillo con carácter de juventud, para beber.
Crego e Monaguillo 2008 - 13,85 puntos
Amarillo verdoso, brillante. Aromas de intensidad media, afrutados, pero sin definir bien. Ligero en boca, frutoso. Vino correcto sin mucho carácter.
Ladairo 2008 - 13,71 puntos
Amarillo verdoso, brillante. Aromas de intensidad media con notas florales a feijoa. En boca ligero, astringente, vegetal. Vino de intensidad media en nariz y boca ligeramente corta.
Terra do Gargalo 2008 - 13,71 puntos
Amarillo dorado, brillante. Aromas de intensidad media, franco, con carácter cítrico. Ataque sin aristas, pero ligero.

viernes, 19 de junio de 2009

La cata de las navajas y el secreto (18 de junio de 2009)

Hace más de un mes que no tenemos crónicas, entre jueves sin cata y catas sin cronista, y ya parece que la temporada de catas está llegando a su fin. Con la llegada del veranillo y el buen tiempo a los catadores se nos pone más cuerpo de fiestas que de catas como Dios manda (con notas de cata, puntuaciones, crónicas,…). Pero bueno, esta cata (aunque nos costo un …) tiene sus notas de cata, puntuaciones y crónica. (¿Será la última de la temporada?).
En principio iba a ser Locho el organizador de la cata pero a última hora no pudo venir (Rebeca, ¡cuídate mucho!). Así que José improvisó una cata en la terraza donde luego íbamos a cenar unas navajas y un secreto ibérico, ambos a la parrilla.

Pero vayamos a la cata. Éramos ocho catadores y algunos invitados. Y estábamos todos un pelín revueltos y despistados. Y frente a nosotros, cinco tintos españoles, sin más información. ¿Qué había que adivinar? ¿Variedad, origen, ...? Pues no estábamos para adivinar na de ná. Así que José se dió por vencido y nos desveló que eran tempranillos (uno de ellos en coupage con otras variedades) de las principales zonas. (Mejor así, que no había que pensar mucho). Así que el personal se dedicó a hacer la nota de cata que le había tocado para acabar cuanto antes y pasar a las navajas y al socorro. (Ahí veis a Paula intentando concentrarse con las brasas al fondo).

Los vinos gustaron,... pero no tanto. Ninguno emocionó (igual es que no estábamos nosotros para emociones) y todos quedaron en un intervalo de menos de un punto (16,31 puntos el mejor y 15,37 el último). El que más gustó fué Licinia 2006, un vino de la DO Vinos de Madrid (syrah, tempranillo y cabernet sauvignon). El segundo quedó Amaren Tempranillo Reserva 2004 (Luis Cañas, DO Rioja), un vino del que esperábamos bastante más. El tercero fué Lynus Aurea 2002 de la Bodega Pagos del Infante (DO Ribera de Duero). El cuarto era Prima 2006 de DO Toro y el último era otro Ribera de Duero: Viña Solorca Crianza 2004.
Y despachados los vinos pasamos a lo que ibamos: unas magníficas navajas a la parrilla (ricas, ricas) y un secreto ibérico a las brasas como para chuparse los dedos, todo ello regado por un Dominio de Valdepusa 2005 (syrah / petit verdot) que creo que hubiera ganado en la cata a los otros cinco vinos,... aunque en cata a ciegas nunca se sabe lo que puede pasar. ¡Hasta la próxima! (¡¡Ya veremos cuando es!!).

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Licinia 2006 - 16,31 puntos

Rojo granate, capa media baja. Nariz de intensidad media, franco, balsámicos. Ataque amargoso, tánico, astringente, con ciertos verdores.
Amaren Tempranillo 2004 - 16,25 puntos
Rubí. Capa media con ribete tirando a teja. En nariz franco, tostados, madera, tierra húmeda. En boca cálido, ligeramente astringente, terroso. Correcto y equilibrado.
Lynus Aurea 2002 - 15,94 puntos
Rojo picota, capa alta, limpio y brillante. Aromas intensos de tostados, tofes, minerales, fruta negra de pepita en sazón. Redondo, graso, corpulento, toques de pimiento rojo.
Prima 2006 - 15,44 puntos
Brillante, Rojo picota con ribete violáceo. Franco en nariz, intensidad media, afrutado, frutos secos. En boca astringente, amplio, largo. Un vino equilibrado y redondo.
Viña Solorca Crianza 2004 - 15,37 puntos
Rojo picota con ribete granate. Capa media. Aroma de intensidad media, lácticos, galleta, chocolate. Ataque cálido, ligero en boca con retronasal láctica. Equilibrado y franco.

viernes, 15 de mayo de 2009

Sinfonía de oros (14 de mayo de 2008)

¡Espectacular la cata que nos preparó Locho! Eran cinco vinos blancos no españoles, sin más información. Una cata para disfrutar de la cata, más que para adivinar variedades o tipos de vino. ¡Y vaya si disfrutamos! Por la forma de las botellas apuntaban hacia Alsacia o el Rhin.
Cuando se empezaron a servir los vinos se desató la sinfonía de oros en las copas. Diversas gamas de oros, luminosos, lágrimas densas,...¿a qué vinos nos estabamos enfrentando?. Ya sin tocar las copas nos dimos cuenta que estábamos ante otra dimensión de vinos, muy distinta a los que estamos habituados. Esto confirmaba nuestra sospecha de vinos alsacianos o alemanes, posiblemente biodinámicos.

La verdad es que viendo las cinco copas daba un poco miedo empezar a trabajar con ellas. ¿Serían capaces de superar las expectativas que habían despertado o más bien defraudarían? En cuanto empezamos a meter las narices se despejó la incognita: estábamos ante cinco grandes vinos. Aromas no explosivos pero limpios y complejos. El primer vino más mineral, el segundo a moscatel, el tercero a orejones, el cuarto más cítrico y el quinto..., el quinto era otra cosa. Por el color de oro viejo (pero muy viejo, casi de anticuario) desvelaba que tendría que ser bastante viejo. Y sus aromas eran muy complejos, muy cambiantes a medida que avanzaba la cata, con notas dominantes a albaricoque.
Y sus bocas... intensas, dulces en su mayoría. Vinos para disfrutar cada trago. Estábamos de acuerdo en que no eran vinos para acompañar una comida sino más bien para disfrutarlos relajadamente con algo de foie, quesos y buena compañía.
El primer vino era el más seco, con una boca mineral, quizás el más difícil de los cinco. El segundo era una golosina, intenso en boca con recuerdos a miel. El tercero tenía una boca carnosa, untuosa. Un vino delicioso que a Jose le recordaba a uno que se había catado hace poco (en una cata sin crónica) y que al final resultó ser el mismo vino pero de otra añada.El cuarto no le andaba a la zaga al tercero con una boca grasa y un perfecto equilibrio entre el dulzor y un toque amargoso. El quinto volvía a sorprender en boca. No era tan untuoso como los dos anteriores pero era muy personal, complejo, misterioso. A mí me sedujo completamente.
¿Ante qué vinos estábamos? Locho desveló el secreto: eran cinco vinos alsacianos de Domaine Marcel Deiss, uno de las mejores bodegas de Alsacia y desde luego de las más personales.

En sus 220 parcelas (27 has.) cultiva de forma biodinámica multiples variedades, algunas de ellas en coplantación (variedades mezcladas en el mismo viñedo). Elabora tres categorías de vinos (www.marceldeiss.com):
- Vinos de frutas: donde domina la variedad que se complementa por la añada.
- Vinos del tiempo: la añada expresa todo su potencial de concentración a través de la podredumbre noble (vendimía tardía).
- Vinos de terroir: en estos vinos es el terruño el que imprime todo el carácter y personalidad a los mismos, hasta el punto de que no indica las variedades con las que está elaborado el vino (desde 2005 es facultativo poner la indicación de añadas en Alsace AOC).
El vino que ganó (el tercero) era un vino de terroir: Altenberg de Bergheim Gran Cru 2004. El segundo era un vino de fruta: Riesling Gran Cru 2002 (vino cuarto). El vino que quedó tercero (el tan especial vino quinto) era otro vino de terroir: Gruenspiel 2000. Los dos ultimos vinos eran vinos de fruta: Pinot Blanc 2006 Bergheim y Gewurztraminer 2006 St. Hippolyte.
¡Vaya vinazos que os perdisteis Paula, Angeles, Carlos...! A ver si apareceis, que os echamos en falta. Tres de los vinos han pasado a encabezar nuestro top 5 de 2009 y por primera vez la puntuación de los blancos supera a la puntuación de los tintos. El reto para lo que queda de 2009 va a ser encontrar vinos que puedan competir con los de Marcel Deiss. ¡Difícil tarea!
Para acabar la noche nos zampamos una caldeirada de pulpo que no tenía nada que envidiar a la de la Isla de Ons, acompañada por las empanadillas tan ricas de Ribeira de Fefiñans y por los primeros pimientos de padrón de la temporada.
Y despedimos a nuetros ironmanes que en breve parten para Lanzarote. Cuando lo esteis pasando chungo acordaros de los ricos vinos de Marcel Deiss. ¡Hasta la vuelta!

Notas de cata (puntuación de 0 a 20 puntos)
Altenberg de Bergheim Gran Cru 2004 - 18,77 puntos

Vino luminoso, amarillo dorado y brillante. Un color atractivo. Nariz muy intensa, fruta dulce, membrillo, melocotón, albaricoque, uvas pasas, miel y oreones. Es muy elegante en nariz y en boca es impresionante, una "explosión de potencia", carnoso, sabroso y untuoso. Un vino delicioso, para disfrutar y que no deja indiferente. La expresión de un productor en un terroir.
Riesling Gran Cru 2002 - 18,22 puntos
Amarillo dorado, brillante y muy luminoso. Nariz intensa, con notas a cítricos, en especial pomelo, también recuerda a las ciruelas, notas ahumadas. En boca carnoso, graso, cálido, con taninos dulces. Perfecto equilibrio entre el toque dulce y el amargoso. Con carácter.
Gruenspiel 2000 - 18,00 puntos
Oro viejo, transparente, brillante, luminoso. Nariz intensa con mucho carácter afrutado. Pasas, ciruelas, floral, rosa, albaricoque. En boca cálido y alcohólico. sabroso, frutal y floral, albaricoque. redondo, equilibrado, con carácter.
Gewurztraminer 2006 St. Hippolyte - 17,50 puntos
Brillante, amarillo dorado, vivo. Nariz muy intensa, pétalos de rosa, complejo, con un fondo de barniz. Muy elegante, mineral. En boca cálido, intenso, notas de miel. Vino varietal con carácter.
Pinot Blanc 2006 Bergheim - 15,70 puntos
Amarillo pajizo, brillante con reflejos dorados. Nariz limpia, muy mineral. Profundo. Pequeños apuntes balsámicos. Cítrico. En boca untuoso, cítricos muy maduros, minerales, chicle de fresa.

viernes, 8 de mayo de 2009

Fabes con Vega Sicilia (7 de mayo de 2009)

¡Paula, Paula! ¡Que ojo tienes para perderte las mejores catas! Fran, se te va a poner más dolor de cabeza cuando te enteres de las fabes que te perdiste. En cambio otros como Tonino parece que las huelen. ¡Así es la vida!
¡Gracias a nuestros amigos Iñigo y Teresa!, que nos prepararon una cata divertida y unas fabes de esas que hacen historia con un tiramisú para acabar (de chuparse los dedos). Pero de esto hablaremos más tarde. Ahora vamos con la cata.

Eran cinco tintos. Según Iñigo tres Riberas de Duero y dos Riojas. Tres eran reserva o gran reserva y dos crianzas del 2005. Y para que no hubiera suspicacias nos confirmó que estaba un Vega Sicilia Único. ¿Cúales serían los otros vinos? ¿Nos estaba preparando alguna trampa?
Al dar el primer repaso a los cinco vinos nos dimos cuenta del gran nivel de los mismos. El primero presentaba una nariz muy golosa y compleja. A Tonino le gustó mucho, ya veremos la nota de cata que hizo (a él le toco ese vino). A mí me recordaba a los vinos de Maladinha ( y resultó que Iñigo nos engañó un poco y el vino era de la misma zona: Alentejo portugués). Era un Marqués de Borba Reserva 2000.
El segundo vino fué el que destacó menos. Estaba muy bien pero no enamoraba. Para muchos era un Rioja clásico y efectivamnete se trataba de Remelluri Reserva 2002.

Los vinos 3, 4 y 5 fueron los que gustaron más. El vino 3 presentaba una nariz elegante y una boca... con la que no nos pusimos de acuerdo los catadores. Para algunos estaba redondo y para otros no tanto, con cierta astringencia disonante. Con el vino 4 todos estabamos de acuerdo en que era el más goloso, con bastante dulzura.
El vino 5 al principio estaba más cerrado pero a medida que se iba abriendo desplegaba todo su esplendor con aromas a fruta madura, especias,...y una boca potente y cremosa. ¿Sería el Vega Sicilia Único? La mayoría creíamos que no. Parecía un vino más joven. ¿Dónde estaba entonces el vega Sicilia? El único que se atrevió a dar su veredicto fué Locho...y acertó. Para él le gustaría que fuera el 5 pero creía que era el 3. Y efectivamente el 3 (que quedó tercero con 16,37 puntos) era un Vega Sicilia ünico 1998.
El vino 4 que quedó segundo era López Cristobal Crianza 2005 de D.O. Ribera de Duero. ¿Y cúal era el vino 5 que ganó con 18,30 puntazos y que se encarama al primer puesto de nuestro ranking de vinos del 2009? Pues otro de la familia Vega Sicilia: Alión 2005 de D.O. Ribera de Duero. ¡Un vinazo!.
Tampoco estaba nada mal el Pintia que nos tomamos con las fabes de Iñigo. ¡Dios mio cómo estaban las condenadas! Tonino ha prometido hacer un comentario: lo esperamos. Y de postre el tiramisú que nos preparó Teresa. Magnífico final para lo que empezó muy bien. ¿Cúando repetimos? ¡Hasta el próximo jueves! que será el último antes de que nuestros ironmanes se vayan para Lanzarote a sufrir un pelín.

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Alión 2005 - 18,30 puntos

Rojo picota oscuro, con ribete violáceo, vivo, brillante. Capa alta. En nariz un tanto cerrado al principio. Después aromas a fruta negra, especiados. Ataque alcohólico, ligeramente astringente, amplio, redondo, equilibrado.
López Cristobal Crianza 2005 - 17,56 puntos
Vivo, rojo violeta con capa medio alta y ribetes violáceos. Un color persuasivo y apetecible. En nariz es un vino con carácter, intenso, notas de violeta. Destacan también ahumados. En boca es largo, carnoso, tánico y especiado. Un vino con carácter, largo y persistente.
Vega Sicilia Único 1998 - 16,37 puntos
Rojo granate, luminoso. Nariz intensa, grosella, notas de madera "buena". En boca es amplio, largo, frutal. Equilibrado. destaca la nariz elegante.
Marqués de Borba reserva 2000 - 16,25 puntos
Rojo granate, con ribete granate. Un tanto apagado. Nariz intensa, compleja. Bayas de pimientas. En boca es amplio, sabroso, vigoroso, largo. Complejo en nariz, cambiante hacia profundos toques especiados. Gran acidez que revela larga vida.
Remelluri reserva 2002 - 15,60 puntos
Color rojo rubí con capa no muy alta. Algo cerrado al principio. después aparecen tostados, toques minerales sobre fruta roja madura. Buena intensidad. En boca buena sensación alcohólica. Fruta roja en sazón, pimienta negra, tostados. Algo de astringencia.