viernes, 11 de diciembre de 2009

Una cena espectacular (10 de diciembre de 2009)

¡Por fin llegó el momento de nuestra deseada cena de navidad! Incluso los poco amigos de festejos navideños esperábamos ansiosos su llegada. Tanto era así que hubo pleno. Fran agilizó su recuperación para estar en plenas facultades. Nosotros que esperábamos verlo llegar con muletas... y ahí llegó él como un pimpollo, sin muletas y casi sin cojear. Nuestro primer accidentado en acto de servicio se recupera rápidamente. Angeles y Carlos nos esperaban a la puerta del restaurante. Aunque últimamente se prodigan poco en las catas no estaban dispuestos a perderse la cena. ¡Menos mal! Por lo menos así les vemos de vez en cuando. Esperemos que a partir de enero no sean tan caros de ver.
¡Y llegó el primer momento espectacular de la noche! La llegada de Paula cuando ya estábamos todos y que provocó signos de admiración en catadores/as: ¡Estaba espectacular! Empezaba bien la noche.
¡Bueno! Los que no habían metido comentarios en el blog pagaron religiosamente las cañas y pasamos al Restaurante Yayo Daporta, expectantes por los platos y vinos que íbamos a tomar.

Yayo nos había preparado un menú degustación con tres entrantes, cuatro platos y un postre.De los vinos nos encargábamos nosotros (había que demostrar que eramos un grupo de cata como Dios manda). Rebeca y Locho se encargaron del champagne, yo de los blancos, Iñigo del tinto y Santiago del vino de postre. Cada cuál mantuvimos el secreto hasta el final. ¿Seríamos capaces de sorprender a nuestros queridos compañeros de cata? Ahora lo veremos.
Para empezar bien la cena: un brindis con un cocktail de albariño en dos texturas y temperaturas (granizado y su espuma caliente). Muy interesante la sensación en boca del contraste de las dos temperaturas y texturas.

Y llega el momento de empezar a desvelar los vinos de la noche. Empezamos por el champagne. Locho nos explica su elección:

"Mi primera elección era un biodinámico ultraortodoxo. El único problema es que sólo se importaron 6 botellas para toda España y ya no llegamos a tiempo, queda para una próxima cata. Después del disgusto, nuestro amigo David de la tienda de Vilaviniteca de Agullers nos recomienda Tarlant Rosé. Como referencia: David nos eligió los vinos de Matrcel Deiss de la cata de blancos de Alsacia. Por tanto su elección promete. Va a ser la primera vez que lo probemos".

Se trata de una pequeña bodega con 14 has. en 4 crus. El Tarlant Brut Rosé está elaborado con 85% chardonay y 15% pinot noir, procedentes de d'Oeuilly. Para más información podéis acceder a su página web, pinchando directamente en el enlace: www.tarlant.com/es/.
Un champagne totalmente desconocido pero que al acercar la nariz ya te apetecía hacerte amigo suyo. Color salmón muy bonito. Nariz muy fina y muy expresiva. Destacan los cítricos, naranja sanguínea, pomelo rojo, limón maduro. En boca fresco, con una burbuja muy agradable. Cítrico y fruta roja. A mí, que los champagne rosé no me emocionan, este me gustó mucho. ¡Muy bien por la elección!

Con el champagne tomamos dos entrantes. En primer lugar lo que tanto temía: Dúo de ostras, una al natural sobre royal caramelizada de coliflor y maracuyá, espinacas fritas y vinagreta de zanahoria y la otra deviche de ostra natural en su concha. Los que no fueron tan tiquismiquis como algunos de nosotros las disfrutaron de lo lindo. Eso sí, no se pusieron de acuerdo sobre cuál estaba mejor.
Después: capuchino de foie-grass y setas con espuma de parmesano. Un sabor muy peculiar. Al principio extrañaba, después convencía.
Llega el momento del primer blanco. Explico por qué está ahí:

"Hace unas semanas estuve en una cata de los vinos de Raúl Pérez, en la que él nos comentaba cómo los había elaborado. Catamos 27 vinos y el que más me llamó la atención fue La Claudina 2007. Es el blanco español mejor valorado por Parker este año, con 96 puntos. Un vino virtual, según leí en la red, del que todos han oído hablar pero muy pocos lo han catado. Pues me propuse llevarlo a nuestra cena. Para ello acudí a nuestro amigo Rodri que me consiguió dos botellas ¡Muchísimas gracias Rodri! Espero que el vino responda a las expectativas creadas".

¡Y vaya si respondió! Ya el color destacaba con un oro viejo muy brillante. La nariz era muy expresiva y compleja: ahumados, mentolados, balsámicos, heno seco, frutos secos. Y la boca...impresionante: muy carnoso, aterciopelado, muy largo. Con una acidez muy compensada y mucha fruta: albaricoque, orejones,...Dulzor.
Gustó mucho este godello del Bierzo. Hasta a Santiago le gustó, él que conoce tan bien los godellos y que es tan crítico con muchas de sus elaboraciones actuales. Sólo le ponía un pero: un dulzor algo elevado. Echaba en falta más el amargor típico del godello. Yo, en cambio, creo que estaba muy equilibrado el dulzor con cierto amargor.
Para mí, como elaborador de albariño, me pareció un vinazo. Lo que pude intuir en la cata de hace unas semanas lo pude corroborar en la cena.
Tanto me emocionó el vino que me olvidé de hacer fotos de los platos hasta casi el final de la cena. ¡No se puede estar a todo! Con La Claudina tomamos: carpaccio de vieiras con migas y un aliño a base de ajo y pimentón. Una presentación preciosa y un sabor estupendo.
Y llega la hora de que Iñigo nos presente su elección de tinto:

"He escogido un magnum de Emeritus 2004 por tres razones:
1º: soy un gran enamorado de esta denominación de origen y del Summa Varietalis y tenía ganas de probar el alto de gama.
2º: es un vino que hace Sandra Falcó que es socia con teresa y conmigo de Real Conservera Española (la conservera de José Peña). Y en las pocas ocasiones en las que he coincidido me parece una persona entrañable.
3º y fundamental: ya la tenía en la bodega y no tenía que comerme el coco".

Y la apuesta de Iñigo no defraudó. Este vino de Marqués de Griñón, de la D.O. Dominio de Valdepusa y elaborado con shyraz, petit verdot y cabernet sauvignon estaba impresionante. Presentaba un color rojo picota, con capa alta, ribete rubí (muy bien vestido). En nariz al principio estaba un poco cerrado (la botella se acababa de abrir) pero enseguida se volvía parlanchín y surgían más y más aromas: mermelada de frambuesa, fruta madura, balsámico, tinta china,...En boca era goloso, estructurado, corpulento, con acidez muy bien integrada con el alcohol, largo, mineral, fruta negra,...¡fantástico! ¡Vaya vinazos que vamos catando! ¡Y faltan dos!
Sólo tuvo un problema el Emeritus 2004: se nos quedó un poco corto para los dos platos que tenía que acompañar:
Caldo gallego con su cocido, carnes, verduras, chorizo y garbanzos. ¡Dios mío! ¡Lo que se puede hacer con un simple caldo gallego! Es difícil de explicar...el que no lo haya probado que se dé prisa no sea que lo retire de la carta.
Canelón de pulpo relleno de su risotto. No fallaba ningún plato, estaban todos en su punto.
Y después del tinto volvemos a un blanco (a propuesta de Iñigo cambiamos el orden de estos vinos y acertamos plenamente). Me vuelve a tocar explicar qué hace aquí este segundo blanco:

"En teoría sólo tenía que llevar un blanco pero, como no estaba seguro de poder conseguir La Claudina, busqué una segunda opción. Y cuando tenía los dos en casa... no sabía por cuál decantarme. Y cómo me parecía que teníamos poco vino pues llevé los dos. Y seleccioné este magnum de Redoma Reserva 2003 de Niepoort (Douro) porque hacía tiempo que tenía ganas de probarlo. Dicen que es el mejor blanco de Portugal y que los que elaboramos blancos en españa deberíamos aprender de él. Vamos a ver si es cierto".

Está elaborado con rabigato, gouveio y códega. Tiene una crianza de 10 meses en barrica de roble francés (90% nuevo). El color sorprende: amarillo dorado claro, muy claro para un 2003. En nariz necesita abrirse, pero enseguida muestra una gran complejidad: cítricos, monda de limón, piña en almíbar, fruta blanca muy madura, toques minerales y de madera, ...La boca impresiona, es denso, estructurado, frutoso, persistente. La acidez muy bien integrada que le da frescor. Enseguida surgen las comparaciones con La Claudina. Carlos y Santiago se quedan con Redoma Reserva 2003. Otros nos quedamos con los dos. Son muy distintos pero los dos son espectaculares. Lo que sí estamos de acuerdo es en la perfecta armonía con el plato: bacalao confitado a baja temperatura con sus callos al pil-pil de ajada y alga Wakame. La textura del bacalao perfecta y el sabor exquisito.

Para mí las mejores armonías de la noche entre plato y copa fueron esta y el postre con su vino. El encargado de traerlo era Santiago y él nos explicó su elección:

"Elexin un Porto Vintage 1994 Quinta de Ervamoira de Ramos Pinto:
1º: porque o viño do Porto é un dos mais importantes do mundo.
2º: porque soi un namorado de Portugal e dos seus viños.
3º: porque entre as diversas presentacións do viño do Porto o VINTAGE é a modalidade máis arriscada porque desta maneira o viño xa e bo de por si, senón non ten a categoría vintage pero despois depende da conservación da botella.
4º: porque o viño doce bo e de tradición é o Porto.
Estivei dubedando entre Porto de 40 anos ou Porto Vintage. O 1º é mais seguro. O 2º é máis arriscado."

Reconozco que no soy un experto en portos (más bien en casi nada) pero este Quinta de Ervamoira Vintage 2004 me pareció soberbio, con un color precioso, una nariz exuberante a frutos secos, ciruelas pasas, orejones, madera muy buena, muy compleja. Pero lo mejor era la boca, con una finura y elegancia que yo no había catado antes en un porto. Boca muy larga y persistente, sedoso, con recuerdos a chocolate amargo. ¡Fantástico! ¿Y qué decir de la armonía con la mouse helada de queso de tetilla, espuma de membrillo y reducción de licor café? ¡Sin plalabras! Eso lo dejo para vosotros. Así no pagareis las cañas el próximo jueves.

La cena va llegando a su fin y se nos une Yayo a cenar algo y catar el último vino. ¡Felicidades Yayo por la cena que nos has preparado!

Este año apenas ha habido controversias con los vinos. ¡Qué pena! No sé si es que han gustado a todos o que hemos venido menos guerreros (otro tema de comentarios y ya van dos). En la cena no se discutió de Nicolas Joly ni de Monsieur Rayas. No apareció ningún lado oscuro (¡será el espíritu navideño!). Disfrutamos con la cena y los vinos, que espero que además sorprendieran (un tercer tema para los comentarios). ¡Qué lástima que sólo exista una navidad al año! Podía haber tres o cuatro y así organizabamos otras tantas cenitas de navidad (el resto de asuntos navideños se obvian y ya está). Mientras decidimos si replicamos las navidades, nos vemos el próximo jueves.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Una cata para olvidar...¿o para meditar? (4 de diciembre de 2009)

Prometía la cata: albariños y centollas. Así que nos juntamos doce catadores con ganas de disfrutar de una agradable velada, ahora que se acababa de abrir la veda del centollo. ¿Qué mejor cata que una de albariños? Pero bueno, luego iremos a la cata, primeros vamos a los prolegomenos. Por fin volvió Berta a las catas tras el accidente en acto de servicio de Fran y nos puso al día de los avances en su recuperación. ¡Fran, nos vemos el próximo jueves en la cena! Abrazos y besos de los chicos/as del grupo de cata.
Olga nos contó las aventuras de su nuevo cachorro, que os presento a todos: aquí tenéis a la nueva mascota del grupo de cata, el pequeño Draco. ¡Vaya monada!

Jose prometió hacer una cata sin trampas, con seis albariños de los que tiene en la vinoteca, todos ellos albariños 2008 sin barrica del Salnés. Incluso se ofreció a decirnos las marcas, pero no le dejamos para que no nos influyera en nuestras puntuaciones.

Tras pasar la nariz por los seis vinos la sensación general era de desilusión. ¡Qué monotonía! ¡Qué aburrimiento de vinos! Estaban mudos, ninguno nos decía nada. No sólo es que no nos sedujeran,... es que ni nos dirigían la palabra. Bueno, para uno que hablaba...sólo decía palabras soeces. ¿Serían albariños de segundo nivel? ¿Nos estaría tendiendo una trampa Jose?
En boca confirmaban los peores presagios. Eran vinos bastante ligeros, el algún caso destacando un amargor, en otro gaseado. ¡Vaya panorama!
Los que parece que se salvaban eran el tercero y el sexto, pero por eso de que en el país de los ciegos el tuerto es el rey.

Como los vinos hablaban tan poquito... nos pusimos nosotros a charlar sobre otros temas, incluida la cena del próximo jueves. ¡Pero bueno chicos/as, que hay que puntuar los vinos para pasar a las centollas! Y aquí empezaron a aparecer puntuaciones de 10, 11, 12,...inusualmente bajas para nosotros. Nada que ver con la última cata de albariños que hicimos el 12 de marzo. (ver la crónica). En aquella ocasión el vino peor puntuado (15,43) tuvo más puntos que el mejor de esta cata (14,85). Rosa todavía recordaba la sinfonía de aromas que interpretaban aquellos seis estupendos albariños de marzo.
¿Qué vinos nos habría sacado Jose para esta cata? Pues la sorpresa fue mayúscula cuando empezamos a destapar botellas. Eran (por orden de puntuación): Tomada de Castro 2008, Pazo de Señorans 2008, Bouza do Rei 2008, Castrocelta 2008, Do Ferreiro 2008 y Santiago Roma 2008.
Si antes los que no hablaban eran los vinos,... ahora los que nos habíamos quedado mudos eramos nosotros. Incluso alguien sugirió no publicar la crónica de cata. Pero es lo que hay... nos guste o no. Y a los que somos bodegueros de albariños nos gustó muy poquito.

Para olvidar penas, ¿qué mejor que meter mano a las centollas? Para intentar resarcirnos de la imagen de los albariños de la cata los bodegueros invitamos a nuestros albariños: Soverribas de Nanclares 2008, Zárate 2008 y Mar de Frades 2008. No diré nada sobre estos tres albariños por ser juez y parte. El que quiera comentar algo es libre para hacerlo.
Tras las centollas dimos buena cuenta de unos chocos encebollados y nos habríamos comido lo que nos hubieran echado. ¡Es duro esto de la cata! Y lo del próximo jueves eso sí que es duro, duro: cenita en Yayo Daporta (¡Yayo sorprendenos!) regado por unos vinitos que nos vamos a esmerar en que sean también sorprendentes. ¡Hasta el jueves!

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Tomada de Castro 2008 - 14,85 puntos

Color amarillo limón intenso y brillante. En nariz, a copa parada, agua estancada. Al agitarlo, cítricos y limones para terminar con un fondo floral intenso, con notas de fruta madura. En boca, ataque vivo, cítrico y expresivo para terminar con final desvaido en la boca, carencia de volumen y retrogusto maduro.
Pazo de Señorans 2008 - 13,95 puntos
Amarillo pálido, transparente, brillante. En nariz aromas a geranio, floral. En boca seco, amargoso.
Bouza do Rei 2008 - 13,65 puntos
Amarillo pajizo de tonalidad muy suave y transparente. Brillante y limpio. Nariz fina y equilibrada con recuerdo de algún aroma frutal (pera). Bien compensado en boca, bien ensamblada la acidez y el grado alcohólico.
Castrocelta 2008 - 13,40 puntos
Amarillo limpio, nariz de intensidad media, notas de fruta de hueso, albaricoque, ligeramente madura. Ligero en boca, fresco. Vino equilibrado, varietal, de intensidad media.
Do Ferreiro 2008 - 12,85 puntos
Color amarillo-dorado, pálido, limpio y brillante. Nariz limpia, limones maduros y piña, sobre fondo de flores blancas. Evolución hacia fruta de hueso (melocotones). En boca es ligeramente graso. Algo punzante en la entrada con un toque cítrico y de manzana verde.
Santiago Roma 2008 - 11,55 puntos
Amarillo verdosa, limpio. Cerrado al principio, algo sucio, destacan los cítricos. En boca dulce, carbónico, naranja, cítricos. Descompensado, plano.