viernes, 18 de febrero de 2011

Galicia, ¿tierra de tintos? - 17 de febrero de 2011

Hace unos pocos años si me hubieran hecho esta pregunta probablemente hubiera cometido la estupidez de decir que no, que Galicia es tierra de los mejores blancos, pero no de tintos excelentes. Pero llevaba varios meses probando tintos gallegos que no sólo me gustaban sino que me llegaban a emocionar. Y no de una zona concreta sino de cualquiera de sus D.O. Y no sólo El Pecado, los Quinta da Muradella, Goliardos (todos ellos con la firma de Raul Pérez)sino muchos otros como Saiñas de Ribeira Sacra o Memoria de Ventura de Valdeorras,...
Y me dije: "voy a preparar una cata de cinco tintos gallegos, uno por cada D.O., para ver cómo dan la cara en una cata a ciegas y enfrentándose a las fieras de mis catadores". Y me puse manos a la obra. Tenía claro El Pecado (2009) por Ribeira Sacra (aunque podía haber seleccionado otros muchos), algún Mateo de Monterrei (y conseguí el Gorvia 2007) y unos de los Goliardos del Salnés (le tocó la china al caiño 2008). De Valdeorras me acordé de un estupendo garnacha que había probado con Jose hace unos meses (Memoria de Ventura 2009). ¿Y del Ribeiro? Pues buscando por diversos foros oí hablar mucho del A Torna dos Pasas Escolma 2007 (última añada que ha elaborado) y decidí que ese era el perfecto. El problema fue encontrarlo. Pero gracias a David que me trajo la última botella que quedaba en Coalla pudo estar en la gran cita.
Se presentaba una gran noche. ¿Por los vinos? Eso está por dilucidar, pero lo que está claro es que se presentaba una gran cena... Tonino nos había preparado una cena japonesa en el Pandemonium y eso prometía mucho. Así que hubo casi pleno de catadores (¡Rosa cuidate!). ¡Hasta Arantza se animó!

Tras la charleta previa con las cañitas nos dispusimos a catar los cinco tintos galleguiños (eso lo sabía sólo yo). Y como no quería dar pistas ni despistar no les dije nada, sólo las añadas.
Y nuestros chicos/as se ponen nariz a la copa (como mi sabuesilla "La Orejas") y empiezan las elucubraciones. Santiago, que tuvo una noche inspirada, nos aclara que no hay tempranillos. ¡Algo es algo! Jose, al principio un poco despistado aunque al final afinó bastante, se fue por Borgoña (El Precado) y Burdeos (A torna dos Pasas). Pero en eso de irse de viaje no se fue solo. Locho se marchó a Italia (Goliardo Caiño). Menos mal que alguno empieza a sentar la cabeza y Tonino dice que El Pecado es gallego(Y vaya si lo es). Santiago le cala al Goliardo y nos dice que es un caiño (¡Joder que ojo tiene el tío!) Jose, tras su vuelta por toda Francia, se cae del burro y se da cuenta que se ve mucha Galicia en esas copas. A todo esto, se me ha olvidado decir que los vinos están gustando mucho (¡será que es día fruto!) Locho dice que se alegraría que fueran todos vinos gallegos por el gran nivel que tienen (¡se confirman mis apreciaciones personales del nivelazo de los tintos gallegos!).
Jose empieza a afinar el olfato de sabuesillo (¡aunque no se le acerca ni por asomo a mi "Orejas") y pilla al Gorvia (¡Bravo!) Y estuvo a punto de pillar al Ventura pero le falló la memoria y aunque me juró que estaba pensando en él (¿Y vive dios que le creo!) al final apuntó a un sousón de Valdeorras. (¡Casi, casi!) Pero el que sí acertó, en su gran noche, fué Santiago que aunque no conocía el vino sí que sentenció que era una garnacha gallega.
A estas alturas de la noche, además de disfrutar de los vinos, ya estaba presente Galicia en la mesa y Fran lo cerró: todos son gallegos. Y a Jose se le encendió una lucecita: ¡aquí está El Pecado! ¿Y cuál es? Apuestas: Iñigo dudaba entre él y el Gorvia (los dos tienen mucha mencía), Paula se inclinó por el Gorvia, pero Jose y Locho lo tenían claro: el 2. ¡Y era! ¡Y ganó! Estaba impresionante y le espera una larga vida a este 2009. El que quedó segundo fue el vino que mas despistó: A torna dos Pasas Escolma 2007. Al principio presentaba unos aromas azufrados que molestaban, pero se fue limpiando y apareciendo unos torrefactos muy ricos. Daba la sensación que en unas horas iba a estar impresionante.El tercero quedó un estupendo Gorvia 2007, más elegante que potente. El cuarto fue Memoria de Ventura Garnacha 2009, muy goloso y rico. Y el quinto el Goliardo Caiño 2008. Para Tonino no era como otras botellas que había probado antes, con más cuerpo. Los vinos gustaron (¡hasta Iñigo dió altas puntuaciones a los dos mencías!) y el grupo de cata dejó el pabellón muy alto. (¡Pero también caen las altas torres y más dura será la caída!) Ya nos veremos las caras en otras catas.

Y llegó el momento estelar de la noche: la cena japo que nos había preparado Tonino. Para empezar una conserva que había elaborado para el mercado japonés: hígado de rape y Foie. No nos dijo lo que era hasta después de comerlo (¡por los asquitos!) pero estaba como para repetir. Y después alga ihiki con pulpo (¡que jodio comerlo con los palillos!), sopa dashi, tempura de lomos de jurel, sushi de aguacate y jurel, tataki de salmón con ajoblanco, tataki de lomo con yogur de wasabi y un postre que no recuerdo como se llamaba pero que era el único que estaba cocinado (¡Manda narices que lo único que cocinan es la fruta!). Una magnífica cena japo. ¡Enhorabuena Tonino! ¡Y gracias! Tonino: si he metido la pata con algún nombre me lo dices que ando pez en comida japonesa y las notas que tomé al final de la cena no son muy fiables. Y los vinos..., pues hubo de todo pero es de las pocas catas en la que están mucho mejor los vinos de la cata que los de la cena. ¡Y mejor no entrar en detalles!
¡Bien, bien, bien! ¡Vaya noche! LO de la música sueca de Iñigo que lo cuento otro, que yo me lo perdí. Chao, chao.
(Autor de la crónica: Alberto)