
Los catadores ("doce amigos sin piedad") los destripamos, sacando lo mejor y lo peor de ellos y pretendemos (alguno alguna vez lo consigue) identificarlos. Por último, y para más gloria o escarnio de los vinos, los puntuamos de 0 a 20 puntos.
Llega el momento de la verdad y destapamos la cara de los protagonistas de la velada. Y es la hora de las grandes sorpresas y de descubrir que... aun nos quedan muchos jueves de cata para aprender algo sobre vinos.
Pero para sobrellevar el mal trago que nos deja la consciencia de nuestra ignorancia nada mejor que las buenas tapas de nuestros amigos Jose y Olga, acompañadas de buenos vinos. Este vez, eso sí, con la cara descubierta y con afán de disfrutarlos y no destriparlos.
¡Hasta el próximo jueves!
No hay comentarios:
Publicar un comentario