martes, 9 de marzo de 2010

Sobre mitos e intrusos (11 de marzo de 2010)

Tal día como hoy, un 12 de marzo, de hace ocho años leía un artículo en elmundovino.es sobre Roberto Voerzio que me llamaba poderosamente la atención sobre el personaje y sus vinos. Desde entonces he querido probar sus barolos. Más recientemente leí en verema.com un blog sobre una Cata vertical de Voerzio en la que destacaba su barolo Cerequio 2001. ("Rozando la perfección" decían de él) "Ha llegado el momento de probar el vino mítico", me dije. Dicho y hecho. Me puse manos a la obra para preparar una cata con sus vinos (mejor dicho: manos al catálogo de Vila Viniteca). Tenían el barolo Cerequio 2001. Como su precio era elevado (145 euros) tuve que ajustar el resto de vinos para que el coste total anduviera sobre los 200 euros. Seleccioné el Barbera d’Alba Cerreto 2006 y dos vinos de otra bodega histórica del Piamonte (Casa Vinicola Ceretto): Nebbiolo d’Alba Bernardina 2006 y Dolcetto d’Alba Rossana 2008. ¿Serían muy distintos estos vinos de los que estamos habituados a tomar? En mi caso era la primera vez que me acercaba a la nebbiolo, la barbera y la dolcetto. ¿Las distinguiríamos de la tempranillo? Pues vamos a hacer la prueba. Para completar la cata metí un crianza de La Rioja: Miranda Crianza 2005.

Eramos 11 los catadores dispuestos a pasar una grata velada alrededor de estos vinos.La información que tenían era que se trataba de cuatro vinos de una misma zona, no española y un quinto vino que era un crianza de La Rioja.
A priori parecía fácil identificar el Rioja pero en la práctica la cosa no lo era tanto. Hubo dudas con Nebbiolo d’Alba Bernardina 2006. ¿Será que la nebbiolo se parece a la tempranillo? Pero ahí estaba Jose para sentar cátedra y poner al Rioja en su sitio.
Identificado el intruso, nos concentramos en los otros cuatro vinos.

La mayoría de catadores rápidamente apuntaron a Italia y no fallaron.
El Dolcetto d’Alba Rossana 2008 destacaba por su bonito color y su fragancia (a fresa y rosas), pero no convencía mucho. De hecho quedó en último lugar, con 14,31 puntos.
El Nebbiolo d’Alba Bernardina 2006 estaba un poco duro en boca, con una astringencia muy elevada. Jose siguió con su racha de aciertos y apostó por la nebbiolo. ¡Bravo!
Los vinos que ganaron fueron los dos de Roberto Voerzio. Ganaron, pero no entusiasmaron.
El Barbera d’Alba Cerreto 2006 era probablemente el vino más equilibrado. Al principio estaba un poco cerrado, pero según se fue abriendo aparecían unos especiados muy interesantes. Tenía una boca potente, carnosa. Un vino rico (15,81 puntos)
Ganó (con 16 puntos) el Barolo Cerequio 2001, pero , para mí, se cayó de su pedestal. Presentaba un color ocre apagado. En nariz es donde más daba la cara, con potencia, complejidad. Pero en boca daba la sensación de estar ya un poco caído, con falta de acidez. Se supone que los barolos son vinos de mucha guarda, pero nos dio la impresión de que este Cerequio 2001 ya había pasado su mejor momento.
¿Lo mejor de la noche? Pues que Iñigo acertó que el vino quinto era un barolo. ¡Impresionante! ¡Y además salió en la foto con los ojos abiertos!

Y acabamos la noche dándonos un homenaje a base de ostras, berberechos, zamburiñas, tortilla de patata y chocos, regados por el Pícaro y el Recio de Matsu. ¡Hasta la próxima cata!

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Barolo Cerequio 2001 - 16,00 puntos

Color ocre, de capa baja. Ribete teja-anaranjado. Aromas de muy buena intensidad, especies (pimienta negra), trufa negra, caja de puros, ahumados y tostados. En boca aparecen ciruelas muy maduras, especies, fruta en licor, tabaco, mandarina, membrillos.
Barbera d’Alba Cerreto 2006 - 15,81 puntos
Rojo picota vivo. Aromas intensos, con carácter, pimienta. En boca carnoso, largo, especiado. Vino vivo, intenso, potente.
Nebbiolo d’Alba Bernardina 2006 - 15,36 puntos
Rojo violeta, brillante, con ribete violáceo. Intenso. Ataque alcohólico, amargoso, tánico, largo.
Miranda Crianza 2005 - 14,72 puntos
Rojo granate, capa media. Aromas de intensiodad media, franco, frutos de baya. Ataque alcohólico, tánico. En boca pierde su franqueza. Postgusto a madera. Mejor en nariz que en boca. Vino correcto.
Dolcetto d’Alba Rossana 2008 - 14,31 puntos
Rojo granate y luminoso, un color atractivo. Aromas de intensidad media, franco, aromas de fresas y notas de rosas. Ligero en boca, con un toque vegetal. Vino original que describe la variedad. Agradable y atractivo.

domingo, 7 de marzo de 2010

La cata que pudo ser y ... (4 de marzo de 2010)

Han pasado varias semanas sin catas (aunque no sin cenas y otros festejos varios) y nos volvemos a juntar pasados los carnavales. Y esta vez son Santiago y Rosa los que han preparado la cata. Eran seis tintos. Luego (después de descubiertos los vinos) sabríamos que eran vinos portugueses y que los habían buscado en tiendas del norte de Portugal, dejándose asesorar por las tiendas en la búsqueda de buenos tintos portugueses (de un nivel de precios entre 20 y 50 euros).

Cuando empezamos la cata teníamos poca información: que eran vinos europeos, que no los habíamos catado, que eran de distintas variedades.
Al meter la nariz en los vinos sospechamos que algo no iba bien. El primero presentaba unos olores a tierra mojada, a cuadra,...no invitaba a meterlo en la boca. Y los que a pesar de todo lo hicimos nos arrepentimos de haberlo hecho. El cuarto tenía corchazo. Decidimos por unanimidad excluir estos dos vinos de la cata pues probablemente son botellas que no son representativas.
¿Y los otros cuatro vinos? Pues no estaban mal, pero tampoco dieron la talla (al final las puntuaciones estuvieron entre 13,60 y 14,75). Se percibía en general una falta de franqueza y una mala evolución de los vinos. ¿En que condiciones habían estado unos vinos que en algún caso eran de 1995, 1998 y 1999? Sospechamos que en muy malas condiciones. Por ello los comentarios que hoy hagamos de los vinos deben tenerse muy poco en cuenta. Es probable que alguno de ellos tomado en otros circunstancias hubieran sido muy buenos vinos.

El vino que quedó en primera posición fué Chryseia 2007 Douro, con un ataque bastante láctico que poco a poco fue perdiendo.
En segundo lugar quedó Joaquim Madeira 2004, un vino del Alentejo. En tercer lugar quedó Quinta de Rouriz Reserva 2003, del Douro, y en cuarto lugar Herdade Grande 1999 del Alentejo.
Y como siempre me gustan los cuentos con final feliz, pues vamos a poner un final feliz a este cuento: ¡Y fuimos felices y comimos fabes con Vega Sicilia Único 1999! (Gentileza de Teresa e Iñigo).

Y de postre: torta de chicharrones (de la madre de Olga) y tiramisú (de Teresa). ¡Rico, rico! Hasta el próximo jueves.

Notas de cata (puntuación de 0 a 20)
Chryseia 2007 Douro - 14,75 puntos

Rojo granate, vivo. Intenso, con notas de fruta roja, láctico. Ligero, sin aristas. Vino equilibrado, ataque láctico inicial que se va abriendo.
Joaquim Madeira 2004 - 14,70 puntos
Rojo violeta, con ribete violáceo, capa alta. Carácter afrutado, frutos de baya, pimiente negra, balsámico, madera. Ataque amargoso, cálido, astringente. Evolución tánica, con final largo donde predominan los balsámicos.
Quinta de Rouriz 2003 - 14,30 puntos
Color rojo picota, brillante, presenta cierta sedimentación. En nariz presenta una intensidad media, tostados, almendras y ligeramente balsámico. Boca de entrada cálida y agradable, sabroso y postgusto con cierta madera.
Herdade grande 1999 - 13,60 puntos
Rojo teja, capa media-baja. Se nota cierta evolución, tierra mojada, frutam roja madura, especies (pimienta verde). Paso suave, algo picante a pimiento verde y otras especies, ciruelas rojas, tostados.